José Luis Ferris y Mariano Estrada, Benidorm 1991
En el año 1991, José Luis Ferris* presentó en Benidorm mi libro de
poemas Trozos de cazuela compartida. No dispongo del discurso de la
presentación, pero dejo aquí las palabras que escribió para el prólogo del
libro. Y un poema del mismo.
Trozos de cazuela compartida
Prólogo de José Luis Ferris
Escribir estas palabras para
un poeta que poco o nada tiene que ver con mi generación, meditar acerca de lo
que, en apariencia y de hecho, dista mucho de los supuestos poéticos que nutren
a los jóvenes de la última promoción lírica, podría acarrear no pocas
reticencias. Sin embargo, hay verdades que van más allá de lo que ciega,
palabras que nos tocan la fibra y desbaratan cualquier prejuicio estético.
Tal es el mundo que Mariano
Estrada despliega en este libro. Su capacidad de evocar, de trasladar al lector
a ese ámbito tan de su memoria y suyo, a esos sueños que le continúan latiendo en el alma y que ahora comparte
con la misma llaneza de quien desmiga el pan tierno para darlo, esa capacidad,
insisto, es su principal e innegable virtud. Pero a esto hay que añadir su
puntual y acaso natural forma de trabajar el lenguaje, su gracia para no
prestarse al simple juego emocional, a la trillada sensiblería, para ir más
allá..., hasta el límite de la palabra nueva que funda nuevos espacios, nuevas
formas de afrontar la realidad perdida, de ofrecerla y ofrecerse.
En este libro que el lector
tiene ahora en sus manos hay mucho de ello, de palabra verdadera, de voz
propia, de hombre auténtico que, entre otras cosas, cree en la vida y apuesta
por el amor en su sentido más amplio como fórmula de salvación, como argumento
máximo y esencial sin el que, ni el poeta ni, posiblemente, ninguno de
nosotros, seríamos nada.
José Luis V. Ferris, 1991.
*Escritor, poeta y ensayista español, José Luis Ferris es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca y Doctor en Literatura Española por la Universidad de Alicante. Es autor, entre otras, de la biografía: Miguel Hernández. Pasiones, cárcel y muerte de un poeta.
El poema:
TROZOS DE CAZUELA COMPARTIDA
A mi
madre,
que hizo posible la cazuela
que hizo posible la cazuela
Quien haya estado al fuego de
un madero
hilando corazón, ceniza y
brasa,
¿adónde mirará sino a la casa
que vive en los vapores de un
puchero?
¿Adónde mirará sino al
caldero
que cuelga de la noche por un
asa?
¿Y qué recordará si no
traspasa
los muros, los balcones, el
alero?
Yo vuelvo a la niñez por el
sendero
del gato, del vasar, de la
tenaza...,
testigos del amor y de la
vida.
Y vuelvo a ser feliz junto al
leñero,
hilando humanidad con pan de
hogaza
y trozos de cazuela
compartida.
Mariano Estrada www.mestrada.net
Paisajes LIterarios
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