El Mar. Foto tomada entre la Caleta y el Charco, Villajoyosa
A Pablo Climent Davó,
en el primer aniversario de su muerte.
Querido Pablo:
Fuiste un padre
magnánimo, un apoyo sereno para tu compañera, un buen hijo para tus padres, un
buen hermano para tus hermanos, un buen amigo para tus amigos. Y fuiste más
aún, fuiste un hombre modélico. Te quisimos y te queremos como se quiere a un
hijo. Recibe este poema con nuestro humilde abrazo.
En esta hora fija
No hay matices ni bálsamos,
no hay atenuantes ni
eufemismos,
no hay sedas, no hay
mitigación.
En esta hora fija
de la existencia,
de la existencia,
solo hay muerte y dolor.
Sobre estas dos certezas,
enlazadas e indisociables,
ha caído la noche
con su luna de luz
interferida
y su negro telón de
oscuridad.
Más allá de este bucle
ensimismado
de la tragedia,
la realidad no existe.
Dentro
está la conciencia mutilada.
Mariano
Estrada
Escrito
a los pocos días de tu muerte.
Atardecer. Foto tomada desde La Malladeta, Villajoyosa
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