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domingo, 18 de noviembre de 2018

A Pablo Climent Davó, en el primer aniversario de su muerte.



 El Mar. Foto tomada entre la Caleta y el Charco, Villajoyosa


A Pablo Climent Davó, en el primer aniversario de su muerte.

Querido Pablo:
Fuiste un padre magnánimo, un apoyo sereno para tu compañera, un buen hijo para tus padres, un buen hermano para tus hermanos, un buen amigo para tus amigos. Y fuiste más aún, fuiste un hombre modélico. Te quisimos y te queremos como se quiere a un hijo. Recibe este poema con nuestro humilde abrazo.
  
En esta hora fija

No hay matices ni bálsamos,
no hay atenuantes ni eufemismos,
no hay sedas, no hay mitigación.

En esta hora fija
de la existencia,
solo hay muerte y dolor.

Sobre estas dos certezas,
enlazadas e indisociables,
ha caído la noche
con su luna de luz interferida
y su negro telón de oscuridad.

Más allá de este bucle ensimismado
de la tragedia,
la realidad no existe.
Dentro está la conciencia mutilada.

Mariano Estrada
Escrito a los pocos días de tu muerte.

 Atardecer. Foto tomada desde La Malladeta, Villajoyosa

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