Rosa, 1983
Relato de lo inefable
Mis ojos te recorren
con lentitud, con regocijo
de noche interminable.
Mientras tu piel se enciende,
te cubro de caricias
que son en realidad inundaciones.
Anticipos de eternidad que
nos arrastran y nos aíslan
hasta que un choque vehemente
provoca una eclosión y nos libera.
Mariano Estrada
Del libro Amores colaterales (2006)
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