El asedio: un poema sobre la
corrupción
Yo pensé que, con el impacto de la crisis financiera global del 2008 y la impresionante irrupción de los movimientos sociales del 11-M y posteriores movimientos políticos, el mundo iba a cambiar radicalmente de rumbo. Pero ya hemos visto que a una parte del mundo le pone mucho la corrupción. Una corrupción que, si antes campaba a su antojo, ahora ha vuelto por sus antiguos derroteros, ha incorporado nuevos agentes y nuevas formas y se ha superado con creces a sí misma. Antes la corrupción era grande, ahora es pantagruélica. Muchos ciudadanos ya no luchan contra la corrupción, porque creen que ahora la corrupción es la norma. Pero yo creo que en la Sociedad hay un sustrato grande y noble de personas que, con su honradez continuada, seguirán luchando contra la corrupción como Hércules luchó contra la hidra de Lerna. Esa es la esperanza de los que, por encima de logros espurios y malsanos, queremos una sociedad mejor que la que tenemos.
El poema que dejo a continuación expone una de
las formas utilizadas para captar adeptos. Pertenece al libro “Corrupción,
los perniciosos socavones de la carcoma”, editado en el año 2015, si bien fue
escrito en el 2012 y recoge artículos publicados a partir de 1993. El título original
era La inmaculada corrupción.
El asedio
Te ofrecerán
honores y laureles,
llenarán tus oídos de promesas,
entrarán en tu vida con aviesas
intenciones y vanos oropeles.
Poblarán tus jardines de princesas
y saldarán tu cuenta en los hoteles.
Las huestes del dinero han detectado
que regentas un cargo prominente
al que llegas entero e inocente.
En tus manos está, si eres honrado,
airear las patrañas y hacer frente
a toda esa canalla omnipotente.
¿Lo harás o no lo harás? En este punto
está en juego tu honor y nuestro asunto.
Mariano Estrada
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