Relato del amor
Poema de verano
Poema de verano
Te vi salir del agua
entre un rayo de sol evanescente
y una nube tupida
Llevabas puesto el claro
vestido de la intimidad
y mis ojos sorbían con deleite
las incontables gotas
de mar que resbalaban por tu
cuerpo.
Era firme la luz y un viento leve
ondulaba en las lonas de un velero
lejano.
Yo te mandaba flashes
de incontenida devoción
desde la sombra conquistada
de unas viejas palmeras,
a las que tú te dirigías
con la elegancia propia de una
diosa.
Cada paso que dabas
retumbaba en mi corazón
como el trueno que sigue a los
relámpagos,
y tu mirada intensa y persistente
iba haciendo de mi
el hombre más sumiso
del universo.
El sol era abrasivo y desprendía
un calor sofocante
que llenaba el espacio de cigarras
en un abigarrado
concierto de sensualidad.
Llegaste, al fin, mojada y fresca
y yo bebí en tu cuerpo húmedo
el salitre del mar
y la dulzura extensa de tu carne.
Después vino la luna
en un tren de silencio y cercanías.
Mariano Estrada. Del libro Las orillas del mar (2013)
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