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sábado, 15 de enero de 2011

Belleza

Fotografía de Fernando Medrano


Belleza

Reconozco que se llega a una edad en la que todas las cosas que cuentas tienen idéntico principio: “un lejano día…”. Pues bien, dejemos que las aguas discurran por sus cauces y digamos una vez más:

Hace mucho tiempo, estando entre amigos de los que ya no esperas grandes sorpresas, una mujer muy querida hizo la siguiente declaración:
-Mariano, tú le pegas a todo.
-Mujer, dicho así…Pero no creas: porros no fumo, alcohol no bebo, coca no esnifo… -respondí yo, un tanto socarronamente, añadiendo-. No le pego a las damas ni al parchís, no le pego a los hijos, no le pego al balón (en esa época no, sí antes y después)… Por no pegar, ya no pego carteles en las paredes ni sellos a las cartas…
-Si llegas a ser más ganso, no naces, hijo mío, parece mentira lo tonto que puedes llegar a ser…
- Y eso que no sabes que estuve muy cerca de ser fraile y que antes fui monaguillo, que jugué un partido de fútbol con los juveniles del Rayo Vallecano, que canté folkore ruso en una coral de Madrid, que hice de “contable” en un mesón sin tener ni pajolera de contabilidad, que fui profesor de gitanos en las chabolas de Nazaret, que he manejado una guillotina real, por más que fuera en la imprenta de un conocido falangista, que he currado de delineante para un famoso arquitecto dominico, que obtuve una magnífica beca de estudios a la que no tenía derecho… ¿A qué te refieres concretamente?
-¿De verdad has hecho todas esas cosas? Pues nadie lo diría, hijo mío, mirándote… Hasta da la impresión de que no te fijas en nada y que te da lo mismo ocho que ochenta. Pero yo me refiero a la literatura, y digo que le pegas lo mismo a la poesía que a la prosa. Y dentro de la poesía, tanto te da un soneto como una soleá, por no hablar del romance o del verso libre…Eso sí, la pega que yo te pongo es que lo supeditas todo a la estética. Todo muy pulidín, todo muy lírico. Y digo yo, ¿no puedes ser un poco más verbenero, más prosaico, más funcional, no sé, acercarte más al lenguaje de uso que al académico, más a la impureza de la gente que a la perfección de las estatuas, más al tronco del árbol que a las flores? Es que, hijo mío, a veces te andas un tanto por las ramas.
-Como el Barón rampante que soy, querida mía ¿No sabes que yo he corrido por las ramas de un roble?
-No, pero no me extraña nada, con lo peludo que eres…
-Y lo que es peor, a veces he dado con los huesos en el suelo. Claro que hay árboles de los que no te puedes fiar, por ejemplo: las higueras. Recordarás muy bien que la higuera es un árbol maldito…Y yo añado: y de madera frágil, muy frágil.
-Ya estamos. También le pegas mucho a las tonterías…No se puede contigo, ¿por qué no hablas en serio alguna vez? Te has ido completamente del tema
-O sea, que he caído en las garras de Ana Coluto
-¿Qué?
-Que a esa figura se le llama anacoluto, pero da igual como la llames porque no atiende a razones…
-¿Ves? Contigo es imposible, hijo mío… No, ahora no me hagas carantoñas ni ñoñerías. Te lo digo completamente en serio, ¿sabes? Eres un petardo.
-Eso es cierto, ya ves, pero tengo la pólvora mojada ¿Cómo la tienes tú, piedra pequeña? Lo que no sé es por qué te empeñas en llamarme hijo tuyo, yo creía que estabas enamorada de mí, pero si eres mi madre… Claro que quien hace incesto hace ciento…

De aquella conversación, que no fue exactamente la que acabáis de leer ahora mismo, sino otra que pudo no ser ni parecida, nació el poema que voy a dejar aquí “colgao”, que es como decían en otros tiempos que los gitanos querían ver a la Guardia Civil. No hay ni que decir que el poema es un tanto superficial. Y tonto, más o menos como la conversación.

Coda: A propósito del último párrafo, en un poema llamado “También probé el amor” del libro “Desde la flor del almendro”, yo llamé “perigonio verde” a la pareja de la Guardia Civil. Lo insólito es que el editor se percatara, como efectivamente lo hizo.

Transcribo el pasaje, que tal vez ayude a entender lo que quería transmitir mi interlocutora, matando así dos pájaros de un tiro (nada más fácil para quien anda mucho en las ramas):

“…Amado en el amor y consentido amante,
entre salvias, genistas y torviscos,
rociado por espumas de vilano y
ausente en realidad
de otra estadía que la gloria,
ni siquiera advertí que me espiaban
-impunes y morbosos-, los ojos de
dos cuervos disfrazados de Civiles.

De pronto se hizo verbo el perigonio verde,
mas ya volvía yo de los hortales
fecundos de la gleba”

Y ahora sí, el poema de marras:

Fotografía de Fernando Medrano



Belleza

Hurtar belleza a la vida
en nombre de un cacareo
funcional,
si acaso no es criminal,
no es justamente una honra.

Es una herida
bien honda,
una eclosión, una bomba,
un jarro de agua, un baldeo.

El bienestar a la sombra
de lo feo,
ni es bienestar
ni se nombra,
creo.

Es pernicioso y nefando.

Quien ha firmado ese bando
con no poca ligereza,
le ha quitado al corazón
la sutileza,
el ritmo a la pulsación,
la altura al monte,
la utopía al horizonte
y la esperanza al que reza

Hurtar belleza a la vida
no puede dar más comida
ni justeza.
Sí puede dar ocasión
para que medre el ramplón
y el que bosteza.

Mariano Estrada http://www.mestrada.net/ Paisajes Literarios
Blog http://paisajes.blogcindario.com/
Poemas recreados: http://groups.google.com/group/paisajes-literarios

5 comentarios:

  1. BASTANTE CRIMEN ES PUES DE LA VIDA SE TRATA.
    BUENO,BUENO UN ABRAZO.

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  2. Hola, María José: de no haber sido por el Facebook no hubiera sabido de quién era el comentario. Allí te he dicho, y aquí te vuelvo a decir, que tienes más razón que un santo. Un fuerte abrazo

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  3. Hola Mariano, aunque últimamente no entro tanto - suerte para algunos - te suelo leer, y hoy, que casi lo he leído todo, mientras lo hacía no he dudado en hacer un comentario. En primeer lugar porque he visto el nombre del amigo Fernando, que todo sea dicho, creo que es el mejor fotógrafo de España, y todavía mejor persona, desde aquí - allá donde estuviere, porque es un incansable viajero - le envio un abrazo a él y a Consuelo.

    Y mientras leía, mi pensamiento me decía ¿Te llevas bien con Mariano? ¿Lo aprecias? ¿Tenéis algo en común para poder ser amigos? e infinidad más de preguntas, seguramente que será por mi falta de entereza o porque he hecho tantas cosas como tú -bueno algo menos - y reconozco que eres un poeta como una copa de un pino. Esa imaginaria o no, con la que dialogabas le digo yo ¿No es suficiente que escriba en cualquier modalidad de la manera que lo hace?

    Sabes que te admiro tu manera de expresar tus pensamientos, tus vivencias, que en resumen es plasmar con tu pluma - hoy PC - todo lo que se te ocurra ¡ Si yo supiera hacerlo la décima parte como tú lo haces, tal vez no estaría insatisfecho! ¿Para que me ha servido ser panadero, vendedor de sueters y camisas de puerta en puerta? Luego más tarde empleado en el Corte Inglés, sacar el Bachillerato Superior, Peritaje Mercantil, un curso de francés, otro de inglés, un curso de solfeo en el Conservatorio de Valencia, 30 años de empleado en Banca, vendedor de bragas y calzonzillos y alguna otras cosas más, para en la recta final sea el hombre más infeliz del Mundo.

    Bueno, Mariano, que mis problemas no le interesan a nadie, sigue así porque tus palabras son calma en el ambiente , engrandecimiento del espíritu y bálsamo para el cuerpo.

    Un abrazo

    Lo firmo, no es necesario, tú ya lo sabes.

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  4. No hace falta que contestes, Mariano, porque además de ver algo que siempre me ocurre, escribir primero, no revisarlo luego y meter el remo en bastantes cosas,es lo habitual en mí. Si nos fijamos sólo en el final, vemos: "en la recta final ser el hombre", ¿lo firmo? No es necesario, porque tú ya sabes quién soy.

    Y el resto ya te lo he dicho muchas veces, que eres bueno hasta la saciedad con tu pluma, boli, lápiz o PC. Lo único que me ha quedado "guay" creo que ha sido el último párrafo ¿no? Pero eso pasa porque se siente.

    Un abrazo

    JMP

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  5. Estás en un mistake, José Miguel: yo creo que es un comentario excelente. Todo él, y no sólo el párrafo final, que lo es sin duna ninguna.
    Es cierto que, al hablar mucho de mí y hacerlo tan bien, pudiera quedar yo inhabilitado para dar una opinión objetiva, ya que podría confundir el elogio con la calidad.
    Pero no es así: creo que es un comentario muy bien expuesto al margen de las cosas que dice, que no son sólo de mí. Al contrario, creo que las más importantes se refieren a ti, ya que declaras que, a pesar de las muchas cosas que has hecho en la vida, eres el hombre más infeliz del mundo. Menos mal que conozco tus problemas y sé que estás de bajón. Y que mañana se habrán disipado los nubarrones que ahora te envuelven.
    Tiene mucho mérito que, estando como estás, dispares sobre mí semejante manojo de flores. Lo normal sería que me lanzaras una parte de ese plomo pesado que hunde tus sentimientos en el séptimo sótano. Conclusión: lo estás pasando mal, pero eres bueno.
    Espero y deseo que duermas bien y que mañana se te haya elevado el espíritu a la planta de la normalidad, donde hay un poco de todo, incluso un ponderado optimismo.

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