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miércoles, 27 de julio de 2016

La Caleta, Villajoyosa: playa, oasis y residencia de monstruos


Playa de la Caleta, Villajoyosa. Foto M Estrada

La Caleta, Villajoyosa: playa, oasis y residencia de monstruos

De la playa de La Caleta tengo algunas fotos más o menos bonitas. Esta que hoy os dejo es sin duda una de las mejores. La Caleta es exactamente un oasis y, como todos los oasis, está lleno de palmeras con inflorescencias y dátiles. Incluso hay césped y mar. Nada me extrañaría que, en las noches de verano, las nereidas se acercaran a tomarse un merecido descanso. Falta un par de camellos y cuatro o cinco tuaregs ataviados con chilabas coloridas y vistosos turbantes. Y cuando digo camellos me refiero a los animales de cuatro patas. Porque camellos de dos patas se pueden encontrar en cualquier sitio, incluso en un lugar tan hermoso como este.

A esta playa bajan a bañarse las almas de las personas que se alojan en el hotel Montiboli antes de emprender su último vuelo, cosa que hacen el día en que se les acaban las vacaciones. También acuden determinadas personas de La Vila que tienen como meta la tranquilidad y la belleza. Y, naturalmente, gente de la urbanización Montiboli y del Eurotenis, entre los que hay abundantes extranjeros. Luego están los monstruos y las sirenas y las gaviotas del farallón y los caballitos de mar.

Sin embargo, aquí no paran los traficantes de drogas, porque esos han fundado su territorio en el Charco y sus entornos más próximos, debido a la soledad reinante en el paraje. Llegan con barcos de papel y a veces son interceptados por la Guardia Civil, que viste traje verde con tricornio charolado negro y anda siempre en pareja. De hecho, creo que son las parejas más estables de España. Es inconcebible que no tengan hijos. Claro que, si la pareja está formada por hombres, la cosa es muy difícil. Algo así solo lo ha intentado Miguel Bosé, aunque aquello terminó en un rotundo fracaso.

Finalmente diremos que la playa de la Caleta es textil. Pero poco importa eso, porque a 50 metros escasos está la playa nudista. Se llama Esparrelló y está para comérsela con sal. No en vano tiene nombre de pez… O de pescado.

Por cierto, si se encuentran con algún monstruo, sea guapo o feo, deben de saber que es pacífico. Podía ser atlántico o índico o “alboránico”. Pero es pacífico. Sus congéneres firmaron una paz duradera el día en que Bernat de Sarrià, almirante del rey Jaume II, le otorgó a Villajoyosa la Carta Pobla, cosa que ocurrió el día 8 de mayo de 1300. Un año redondo, como el aroma de Fundador. Felices baños.

27-07-2016. Día grande en Villajoyosa. Esta es la noche del Desembarco.
Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios

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