Paisaje de la Carballeda zamorana. Foto JMPiña
Reversión
Del libro Hojas lentas de otoño
Dedicado a María Vázquez, mi madre
Dedicado a María Vázquez, mi madre
La hojas de este libro, metáforas del dolor y del
gozo y exponentes de la belleza, perviven en la Carballeda zamorana,
especialmente en un rincón de la misma llamado Muelas de los Caballeros-Justel-Quintanilla,
porque allí fue donde me aconteció la niñez con sus alforjas de felicidad, allí
fue donde puso sus cebos la añoranza y allí fue donde al cabo me ha rozado la
muerte. ME
Reversión
Un frío intestinal
se contrapone a esta
belleza
de lenguas vegetales
que arropan el dolor
con los colores del
otoño.
Rodeando las lágrimas,
un viento
liviano, casi
imperceptible,
agita el matorral
que representa a la
memoria,
y arranca de sus cepas
calurosos tizones de
familia.
De este modo,
los mármoles recientes
se deslíen
en un vasto recuerdo:
el de un tronco de
lumbres apretadas
que ha esparcido en los
árboles
el beso largo de la
leña.
Mariano Estrada
Del libro Holas lentas de otoño, premio ciudad de
Torrevieja 1997
Como ocurre siempre que te leo, la emoción me gana, querido Mariano.Y más aún, cuando la destinataria de tan dulces y engalanadas palabras tienen como destinataria a tu madre. Hermosos homenajes que salen de la pluma de un hijo.Un afectuoso abrazo argentino.
ResponderEliminarMarías debe haber ciento de miles, pero como tu madre y la mía... Esas Marías son especiales y únicas para nosotros. Abrazos. Victoria
ResponderEliminar