El hambre en Etiopía. Imagen tomada de El País
El hambre y la verdad
Si
digo que esta vida
tiene
extremos de angustia
y
desesperación,
¿no
estoy diciendo una verdad
insoportable
y cierta?
¿No
es verdad igualmente
que el grito desgarrado
de
las tripas de un niño
es
peor que el mordisco
frío
de una serpiente venenosa?
¿Y
no es verdad, por último,
que el aullido del hambre
puede
ser evitado
sin
que merme por ello
la
riqueza del mundo?
Posdata:
El
hambre del presente
no
admite vagas
promesas
diferidas.
Mariano Estrada, 11-12-2022
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