Foto: Delaroca Barbara
El puente de sant Argil, la Cruz de piedra y la Roca encantada.
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Alguien me dijo un día que el puente de sant Argil era un sitio ideal para un apasionante encuentro de enamorados en una noche de luna. Y yo he pensado que a partir de esa sugerencia se podía escribir una novela romántica que, finalmente, desembocara en una genuina película de amor. La idea es tentadora. Solo hay que disponer de un buen novelista, de unos buenos actores y de un buen director de cine. Ellos podrían relatar alguna historia mágica de las muchas que han circulado por la zona.
Llegados a este punto, es inevitable acordarse de Los puentes de Madison y, más
concretamente, del puente Roseman sobre el que Francesca, representada por
Meryl Streep, ordenó que se esparcieran sus cenizas ante la incomprensión de
sus hijos, familiares y vecinos. Qué gran historia de amor la que mantuvo esta
mujer con Robert Kincaid (Clint Eastwood), aunque solo durara unos cuantos
días. Por
el momento, el puente de sant Argil (Salt
d’en Gil) es un bien protegido por el Ayuntamiento. Su origen se remonta al
siglo XIV, según fuentes escritas, pero el que vemos en la actualidad es del
siglo XVIII, habiendo sido reparado en el XIX. Estamos ante otra joya del
patrimonio monumental de Villajoyosa.
En las inmediaciones de este puente, por otra parte, está la Roca encantada, un afloramiento pétreo sobre el que recae una atávica y popular leyenda de amor, así como algunas otras leyendas embrujadas y misteriosas. Parece ser que en tiempos ya lejanos esta roca causaba un enorme respeto entre la población, por no hablar directamente de miedo. Al igual que el puente, ahora es un bien protegido que despierta entre los visitantes de Villajoyosa un gran interés y una gran simpatía.
La roca encantada, La Ermita, Villajoyosa. Foto Mariano Estrada
Finalmente, en estos mismos entornos hay un tercer monumento: la Cruz de Piedra. Una cruz que señala un antiguo cruce de caminos de origen romano. A decir de los expertos, en Villajoyosa había dos importantes cruceros de esta índole. El otro es el de la Creueta, que está en el centro del pueblo. Es apasionante la historia de estos cruceros y, sobre todo, la historia de estos caminos por los que, muchos años atrás, los industriales alcoyanos, a lomos de sufridas caballerías, trasladaban sus productos al puerto de Villajoyosa.
La creu de pedra, La Ermita, Villajoyosa. Foto de Joan B Aragonés
Mariano Estrada, del libro LA MAGIA DE LO AUTÉNTICO. Una visión lírica de Villajoyosa (2017)
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