Buscar este blog

domingo, 4 de mayo de 2025

El reflejo, poema dedicado a mi madre

 

 

Mis padres y cuatro de sus cinco hijos. La última no había nacido

A nuestra madre, que se fue hace 30 años y sigue ocupando un espacio en el corazón de sus hijos.

¡Felicidades a todas las madres!

Fluye de lumbres recordadas
un sahumerio de amor, un vaho
dulce que brota en la ceniza.

El reflejo

Retomo la niñez
para subir al caudaloso

planisferio de la inocencia

-lugar donde la noche es un regazo

en que se ahorma el día-,

y allí se me abre el cáliz del amor,

su innumerable espora o

el alba incontenible de los sueños.

 

Sobre las losas de pizarra,
el alma reproduce

esta visión del patio:

escaños, abalorios, tizas...,

cosas que inundan el perfil

borroso de una gran rayuela.

 

Detrás, en las profundas
alcobas de la casa,

la leña del hogar, el dulce

aditamento de la risa,

la pátina del beso, la amorosa

caricia de una extensa madre...


¿Madre?
¿Quién habita la casa sino el pálido

reflejo de una triste luna?

 

Mariano Estrada
Del libro Hojas lentas de otoño (1997)

4 comentarios:

  1. Mariano, como todas tus letras, esta es maravillosa, dedicada a ese ser inigualable que siempre estará en el corazón, en la mente y en las vivencias de nuestra existencia. Gracias por tu valioso compartir. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Olga. La verdad es que tienes razón, pasan los años y el recuerdo permanece sin tacha ni merma. En fin, aquí viene bien tirar de tópico: una madre es una madre. Felicidades y un fuerte abrazo

      Eliminar
  2. Madre...Palabra que pronunciada, es un mimo permanente al corazón y a la memoria. Hermosas letras hechas poesía las que nos acercas, Mariano. Abrazo argentino. Victoria

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Victoria: las palabras que se le dedican a una madre pueden ser hermosas y amorosas, pero siempre son tiernas. En mi caso, la palabra madre siempre va asociada a la ternura. Gracias y un abrazol

      Eliminar