Foto tomada de internet sin ánimo de lucro
Locura
Queridos amigos: hoy dejo aquí esta inconsolable “Locura” que, afortunadamente, no proviene de leer libros de caballerías, sino que es sencillamente de amor. ¡Cómo! ¿Una locura de amor en pleno siglo XXI?. Pues ya ve usted que sí. ¿O qué cree, que este tipo de mal es patrimonio exclusivo de Juana la Loca, metida en una cazuloca?
Meter una locura en un libro es quitarle su carácter más o menos transitorio para hacerla perenne y perpetua, como perpetuo es el Socorro, aunque suene a chiste barato. Por cierto, la locura transitoria es la que nos dio a los españoles colectivamente en la época de la Transición. Lástima que la abandonáramos en la cuneta y la sustituyéramos por la fiebre del ladrillo, que no es otra cosa que una variante de la enfermedad bautizada con el nombre de “gold fever”. En realidad, no han cambiado tanto las cosas. Y si han cambiado, no siempre ha sido para mejor.
El poema “Locura” pertenece al libro “Gotas de hielo”, que está a punto de salir a la luz. Lo hará en la Colección Anaquel de la Editorial Aguaclara, la misma en la que publiqué “Hojas lentas de otoño”, que fue Premio Ciudad de Torrevieja del año 1997. Saldrá en la primera quincena de mayo del año en curso, es decir, aproximadamente dentro de un mes.
Tal vez la mayor locura de todas sea sacar en estos momentos un libro de poesía, pero he sometido mis “piensos” a meditación trascendental y he llegado a la conclusión de que hay que salvar a las editoriales de la crisis económico-financiera por la que atraviesan y, sobre todo, que hay que salvar a España del rescate al que ya han sido sometidos determinados países de los llamados por el curioso nombre de cerdos. ¿Cómo? ¿Nos llaman cerdos y vienen y nos salvan? Algo no encaja aquí, yo creo que nos están engordando con clembuterol, que es una sustancia que aumenta considerablemente el peso de la carne. Ergo… nos están engordando para morir, y no precisamente de amor. ¿O sí? Quién sabe, a los alemanes les gusta mucho Mallorca…
Un abrazo
Locura
He pasado la noche en los umbrales
agitados de tu respiración
y he bebido el licor
interminable de tu aliento.
El tiempo era apacible y cadencioso.
La ventana era el punto de contacto
con una realidad
independiente y objetiva.
A su través llegaban, exultantes,
los cantos de los mirlos,
las sirenas lejanas de los barcos
y el ronquido del mar.
Al alba,
cuando el reloj se aproximaba
a las fronteras del oído,
me levanté, miré hacia el exterior
y vi que no había mirlos
ni mar ni barcos con sirenas,
sino sólo un volumen
de niebla inescrutable
del que emergía espesamente
la soledad.
Volví sobre mis pasos, descubriendo
que la mano alargada hacia el reloj
era la prueba de tu ausencia,
irrefutable y fría,
pero también el testimonio
contundente de mi locura.
Mariano Estrada. Del libro Gotas de hielo (2011)
Precioso poema,¿que seria de este mundo sin las locuras que se hacen por amor?,aunque unas salen bien y otras...,para mí todas las locuras que se hacen por amor,son bienvenidas.
ResponderEliminarLos libros sobre poesía siempre son bienvenidos,y necesarios.
Amigo lo que no tengo muy claro es que no nos van a rescatar,espero que podamos salir de esta.
Un abrazo.
Aladino
No te preocupes, Aladino, que con los beneficios de este libro, que me harán a mí multimillonario, vamos a bañar de oro a los bancos, a las inmobiliarias, a las editoriales. Los pobres deben seguir siendo pobres "usque ad mortem". Las personas normales no importan, las pymes no importan, los hogares no importan. Lo importante es que se enquiquezcan los bancos. ¿No ves que si se hunden los bancos se hunden también... sus accionistas?
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Mariano, me gustaría invitarle a visitar el nuevo sitio de poesía www.latino-poemas.net
ResponderEliminarAyúdanos a compartir sus poemas :)
Hola, Latino-poemas: pasaré a visitar ese nuevo sitio con mucho gusto. Un abrazo
ResponderEliminarUfff, estoy de acuerdo con Aladino, "Què serìa de este mundo sin las locuras que se hacen por amor".
ResponderEliminarY, que siga la Locura de tu poesìa Mariano. Me encannnnntò leerte, y muchO. Gracias. Un besito.
Hola, Celina: a estas alturas de la película, mi poesía tiene más vida que yo. Y puedo decirte que a mí me queda mucha guerra que dar. Como diría un amigo de Puente Génave: puede que brinque de los 100 años, jaja.
ResponderEliminarPuente Génave es un Municipio de Jaén (Andalucía)
Un abrazo y gracias
Hola, Mariano: Espero poder adquirir al fín un libro tuyo. Sigo teniendo apego al papel, a su olor, y al tacto y discurrir de sus hojas una por una. Será un placer leerte y colocarte en la biblioteca junto a mis poetas preferidos.
ResponderEliminarUn abrazo. Ascensión.
Que locura de amor!!!! quererte toda una vida,
ResponderEliminarsentir que tu cuerpo vibra!!! con mis besos, con mi asnsias, con mis risas , Dios mio !! que locura de amor, que con amor solo se cura.
Mariano , gracias por tus insuperables poemas.
saludos desde mi tierra Murciana
Pues claro que lo tendrás, Ascensión, será un honor para mí que el libro esté en tus manos y en tu librería, al lado de tus poetas dilectos. Ya te diré.
ResponderEliminarA mí también me sigue gustando el papel y ya tenía mono. Además, quiero ir sacando la produción, que antes se acumulaba en cajones y ahora en archivos de internet.
Gracias y un fuerte abrazo
"Desde mi tierra Murciana2. O sea que somos vecinos... Tu comentario no sólo es expresivo, sino que tiene verdadera fuerza amorosa: locura de amor, ansias, besos, vibraciones...Parece la explosión de la primavera... Gracias y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMmmm, me huele a mar, a bruma, a sal, me huele esta entonación a sauces y paseos, me ha encantado mi querido Mariano, genial
ResponderEliminarUn beso y nos vemos compañero
Hola, Irene: yo he escrito mucho desde la nostalgia, pero últimamente he escrito también de las cosas que tienes a mano y con las que convives diariamente. Tal vez la más importante es el mar, con sus ronquidos, sus olores, la luminosidad que adquiere con el sol, los caminos nocturnos hacia la luna, el tratán de los barcos en la madrugada... Gracias y un abrazo
ResponderEliminarvivo en una Isla donde "el amor", rodeado además por el mar, es una locura constante. La poesía emerge en nuestro caos ordenado, eso sí a nuestra manera, para cantar a los peores momentos vividos. La única diferencia es que los bancos no son de nadie porque son de todos. Si entregarse al naufragio de la poesía es una locura, quisiera poseer el don para una locura como esta, que describes.
ResponderEliminarHola, Mila: vives en una isla maravillosa, donde a mí me gustaría vivir al menos un año. Sentir esa calma de caos ordenado, pasear por sus playas, dormir al arrullo del viento sobre las palmeras, sentir la sensualidad de las noches y los rayos del sol en los apuntes del alba...
ResponderEliminarYa sabes, esas cosas sencillas que llenan de vitalidad el cuerpo y el espíritu.
Gracias y un abrazo