Personajes desconocidos para mí. Ella parece una vaca flaca y él un político, pero a lo mejor me equivoco. La foto la he tomado de "La voz de la Palma". Sin ánimo de lucro.
La crisis, las prisas
y la cena de Nochebuena
Con la confianza con
la que uno se dirige a un amigo, empecé a escribir unas líneas de felicitación
de Navidad, pero al ver que se me iban de las manos las convertí en este artículo vaporoso en el que no debe buscarse
ninguna tierra profunda, sino solo un
poco de humor. No es la primera vez que la literatura hace de mí un esclavo,
pero a mí me va la marcha de la sumisión literaria y me he dejado querer con alarmante gusto.
“Querido amigo:
carta te escribo:
Mi padre solía decir que no entendía muy bien las prisas con
que se hacían “ahora” las cosas. (Ahora,
adverbio del tiempo de mi padre que ha durado hasta hoy, adverbio del tiempo de su hijo que sin duda se extenderá por
el mañana, adverbio de un tiempo que
no nos pertenece y que tiene vocación de eternidad).
-No corras tanto, muchacho –remataba mi padre- que el día de
Nochebuena vamos a cenar todos a la misma hora.
-Solo aproximadamente, Daniel –le respondió un buen día el
filósofo local, que era experto en cábalas y en responsos y entendido en
latines de los que el cura mascullaba en la misa de los domingos-. El que cena
en el norte –prosiguió- no es como el que cena en el sur, el este o el oeste.
Unos tienen sol cuando otros tienen sombra. Y cuando unos se acuestan, otros se
levantan. Eso sí, todos por la gracia de Dios, de “cuius nomen non volo calentare cascos”.
-Dices bien, Avelino, pero, pica más o menos, junto al culo
lo tenemos, sea aquí o en Flandes.
-Cierto, cierto… El tiempo no solo es relativo sino también
elástico y flexible, como el esfInter de Milán. ¿Qué más da una muesca antes que
una brizna después, el luego que el ahora?
-Ahora, adverbio que nos lleva nuevamente al principio.
-No, no, en el principio era el verbo. Y el verbo era la
palabra. Y la palabra era Dios. Y Dios dijo que se abrieran las aguas,
añadiendo: “Creced y multiplicaos”. ¿Comprendes? Así que se abren las aguas,
como ríos que anuncian el nacimiento.
-¿El nacimiento de quién, Ave Lino?
-Pues el tuyo, leche,
el de tu tía la de Burgos o el del alcalde de Consuegra, Toledo…
-¿Y no dijo nada de la cena de Nochebuena?
-Sí dijo, escucha: “uno de vosotros me traicionará”.
-¿Estás seguro?
-Completamente
-¿No te confundes de cena?
-De cena, puede, pero no de palabras.
-¿Y no habló de la prisa?
-También habló, sí.
- ¿Y qué dijo?
-“Lo que tengas que hacer, hazlo pronto”.
-Ah, pues entonces el mundo no es culpable de su carrera
loca. A lo mejor fue el mismísimo Dios el inventor de la prisa…
-De la prisa y de la pausa, porque inventó también los ronzales, los
bocados y los grillos. Para que sirvieran de freno, como las zapatillas. Un día
dijo arre y otro dijo so. En cuanto a las vacas, antes fueron las gordas y
luego las flacas. El toro vino después, con Osborne.
-Vaya, muchacho, no eres tan tonto como nos quieres dar a
entender.
-Ni tú tan sabio, Daniel, ni tú tan sabio. El único sabio
que existe es el que es en sí mismo sabiduría, ya que conoce los misterios de
los hombres, sus necesidades y sus desequilibrios y les va quitando a unos para
dárselo a otros…
-Eso también lo hemos hecho nosotros, los mortales.
-Sí, hasta que descubrimos los beneficios de quedárnoslo en
casa y fuimos derrotados por el egoísmo y la avaricia. Dentro de poco no quedan
ni los bosques…
-Cierto, ni siquiera el seleccionador nacional…
Pues eso, hermano. Primero le llamaron Trinidad y luego le
llamaron Aleluya. Ahora le llaman crisis y tal vez sea ése su mejor nombre.
Pero son las mismas vacas bíblicas que pastaron a su antojo en las praderas del amanecer y que luego, en el
ocaso, se les secaron las ubres y
perdieron la exuberancia y el oremus. Ya sabes que, en los años de la niñez, la
leche nos la dieron en polvo…
-Sí, sí, cuando yo era pequeñito me daban la leche en bote…
-Pues a mí me la daban con guay, chiribí man-guay.
-Claro, y encima dormías con la criada.
-Así es, pero no tenía malicia ninguna.
-Vamos, que eras tonto de capirote…
Y hablando de la crisis, el otro día le oí decir a una
persona sensata: "hemos tenido arranque de caballo y parada de burro". Y es
verdad ¿Puede decirme alguien para qué corríamos tanto? Porque yo sí lo sé: nos
pusieron delante un balón con forma de zanahoria irresistible, es decir, de oro
líquido, de becerro cebón, de pasta gansa, de dinero fácil, de troncho de
lechuga salida, de melocotón aterciopelado y prometedores almíbares, de
empalagoso zumo de felicidad. Y ya ves, todo era un vulgar castillo de arena,
el cuento de sal y pimiento, la burra preñada y el burro contento.
En fin, querido amigo: espero que los turrones de Carremi,
que se fabrican en Villajoyosa y son afrodisíacos y reconstituyentes, no se
vuelvan pedruscos de la cantera de Sierra Helada, que son fríos como aquella
nieve ardiente del Principado de Asturias, en la que resbalaban los cantores de
Covadonga, con sus dientes de oro. Los helados de la Sierra son para el verano
playero de Benidorm, como las bicicletas de Jaime Chávarri fueron para el
Verano azul de Chanquete.
Que tengas unas gozosas navidades de mazapán y una
Nochevieja con jugo transformado de bellota y húmedos salpicones de uva
fermentada, que no es otra cosa que el mosto del corazón. Do you, darling? La
próxima vez que nos veamos te invito a unas ingles de gamba, que es lo que
ahora se toma en Tanganica. Tú pagas y yo te bailo el agua que no has de beber,
porque los peces como tú no tienen río propio, salvo en aquellas ocasiones en
las que se arriman a un poste de la luz, mean la cerveza y se rascan los cueros
como las vacas de la crisis.
Un abrazo y felices fiestas
PD: cuando el mundo no tenía televisión, los dichos sobre la Nochebuena no eran
mancos ni pocos. Éste es de los que más me encandilaban:
Esta noche es Nochebuena,
noche de comer patatas,
que ha parido la Estanquera
un burro con siete patas.
Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios
Me has arrancado un montón de risas en este momento en que, cansada, me dejé desplomar en la silla frente al ordenador. Estaba triste y "lluviosa", como esta noche en Kiev.
ResponderEliminarEstos días son de fabuloso revuelo, atropellado y juguetón. Dim Ditey se llena de “figuritas vivientes” que cumplen a la perfección una importante y seria tarea: preparar la fiesta de la Navidad.
Por eso se perdonan los atropellos, escaleras arriba, escaleras abajo, entre gritos y risas, porque , sí, hay que decir que la escalera tiene cierto encanto y eso de dejarse deslizar por la baranda o a saltitos de rana en cada escalón, como si fuera una pista de patinaje es una delicia ¡pobre culito! El jolgorio no tiene fin y nadie quiere volver a casa.
Este año celebramos la fiesta el 24 desde las 11 de la mañana. Habrá Santa Misa, con villancicos en español y ucraniano. Luego teatro, bailes, cantos. Pero lo mas importante es que llega “Died Marós “(Viejo de las Nieves) con los regalos. Todo termina con una comida y muchos caramelos y chocolates. Estos regalitos siempre los recibimos de los amigos de los niños. Este año ha sido un don de nuestro Embajador de España en Ucrania.
Déjame desde esta página dar las gracias a todos los que aportáis vuestro granito de “trigo” para que cada día podamos darles su apetitoso bollito de pan.
Tendremos como invitados especiales de honor a los niños enfermos de sida y algunos de cáncer. Son internos en el hospital y que no tienen quien los visite. La directora los acompañará y un equipo de médicos, ella sabe quienes están en condiciones de salir.
Abrazos de Navidad
Antonia
Hola, Antonia:
ResponderEliminarHas escrito otro artículo. Y muy bonito, además. Y muy dulce. Y muy optimista. No sabes cómo me alegro de que tus niños sean así de felices estos días. Una noticia como ésta en medio de la crisis es como un oasis en medio del desierto.
Espero que los enfermos que os van a visitar se lleven una ración de alegría y de esperanza.
Gracias por tan precioso comentario.
Un abrazo a todos con mis mejores deseos.
Mariano
Reconforta leer mientras tomo un café al lado de mi Catedral y me aislo con pinganillos, que me están deleitando con villancicos, de prisas por compras e ir y venir de gente. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Andrés:
ResponderEliminarPocas formas mejores de disfrutar la vida. La música, la lectura, el privilegio de vivir al lado del arte en sus más hondas esencias...
Te mando un fuerte abrazo y te deseo unas felices navidades.