Buscar este blog

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Postración




Foto tomada de internet sin ánimo de lucro


Postración

También se limitaron los jilgueros
                                   a mirar su pluma,
a esperar la muerte bajo el triste tilo
                                   donde estaba su mazmorra.

También su canto insonoro
hirió sedientos tímpanos enamorados
que guardaron luto,
que llevaron amargor, melancolía…

Pero su cárcel no fue voluntaria.
Voluntario fue el beleño, la cicuta,
la decisión de ser tristes hasta el trágico momento
                                      de su estoica muerte.

Afirmaron su verdad, es cierto,
con un adorable suicidio.
No pudieron vivir como los otros,
prodigar sus alas en las nubes libres,
cantar su libertad en pentagramas de luna.

Pero tú, tú…

¿Cómo puedes mentir a mis sentidos,
evitar esa fragancia
que traspasa la espesura de las calles
para llegar a mis atrios, dolidos de no verte?

¿Cómo puedes andar entre las tumbas
de unas muertes precipitadas
que no han oído sentencia?

¿Cómo puedes negar que los luceros,
aun los más sombríos,
están sobre las brumas que te aniquilan?

¡Cómo vas a olvidar, de pronto,
que hueles a canción enamorada?

Del libro Azumbres de la noche

Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios

No hay comentarios:

Publicar un comentario