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sábado, 12 de octubre de 2013

El laberinto





 
Mito del Minotauro, Laberinto de Creta. Tomado de internet sin ánimo de lucro

El laberinto

Jugábamos a perseguir minotauros por intrincados laberintos, a ser Ariadna y Teseo. Pero nunca imaginamos que el laberinto era la vida. Y entramos en la vida con candor y desenfado, quizás con desenfreno, soñando descubrir en ese bosque ingente algún castillo de príncipes.

Pronto descubrimos la estrechez de sus reductos y supimos del cansancio irremediable y de la vana busca. Nos asaltó la sospecha de las puertas cerradas, del camino sin retorno, de la triste adaptación a una miseria definitiva.

Entonces empezamos a mirar al Minotauro, para matar o morir. Pero solo fue un instante, porque ya llevábamos dentro el cloroformo y la doma.

Como juego era feliz, ligero y dócil. Pero es una losa de muerte comprobar que el laberinto es fatalmente la cárcel. A Ariadna se le olvidó tirar de la cuerda. Se olvidó también de nosotros, teseos sin fortuna, que llorábamos ya sobre el cadáver de los sueños.

Moriremos de abulia, como lo hicieron nuestros mayores: tristes, indigentes, sin habernos enfrentado al Minotauro, sin encontrar la salida. Y lo mismo han de morir, para su mal y deshonra, aquellos que nos siguen por idénticos caminos. ¡Qué lástima saber que en sus envites alegres resbalan estas pobres alertas!

Del libro Vindicación de JL Borges (1989)


Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios

3 comentarios:

  1. "Jugábamos a perseguir minotauros por intrincados laberintos..."

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  2. Hola, Anónimo: los laberintos lúdicos tienen más interés cuanto más intrincados sean sus vericuetos. Por otra parte, recuerda que la felicidad no está en la meta, sino en el camino. Un abrazo

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  3. El laberinto español

    -¿Tú ERES Bárcenas?
    -Sí, soy Bárcenas, ¿quién ERES tú?
    -Nosotros somos muchos, no puedo escribir todos los nombres.
    -Aquí también somos muchos, pero todos se llaman PEPE...
    -¿Tú ERES PEPE?
    -No, yo soy Luis.
    -Vaya, hombre, por eso te pillaron. ¡Tonto!
    -Y tú más.
    -Claro, ahí ya nos vamos entendiendo...

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