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domingo, 28 de abril de 2024

Palabras de Miguel Escrig. Apertura del acto de presentación del libro AL DICTADO DEL ÁNIMO, de Mariano Estrada.

 

Miguel Escrig, M. Estrada y E. Romero. Presentación libro AL DICTADO DEL ÁNIMO

 

Palabras de Miguel Escrig
Apertura del acto de presentación del libro AL DICTADO DEL ÁNIMO, de Mariano Estrada.

Buenas tardes.

Tras las palabras de José Antonio Moya, director de esta Seu Universitària, me corresponde una escueta presentación del acto, y ello conste que solo por obra y gracia del poeta, que de forma tan imprudente lo ha decidido.

Hoy, 25 de abril, es fecha importante de nuestra historia, pues celebramos el Día de les Corts Valencianes, como remembranza de lo ocurrido en la batalla de Almansa un 25 de abril de 1707.

Pero hoy también es el “pasado mañana” del día 23, ya que hace dos jornadas celebramos el Día Internacional del Libro, cuya pretensión es el fomento de la lectura y, de algún modo, promover el amor por la literatura, que no es cosa distinta de impulsar el interés por la cultura, el progreso y la evolución del ser humano.

Y se celebra el día de Sant Jordi porque en ese día de 1616 fallecieron tres portentos literarios, como Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Gómez Gonzalo de Figueroa, rebautizado en 1563 como Inca Garcilaso de la Vega.

Por tanto, esta es una fecha en la que nos encontramos anegados de letras e historia, por lo que no se me ocurre mejor momento para presentar la nueva obra de uno de los autores literarios vileros más prolíficos, como es Mariano Estrada Vázquez.

Y bien digo vilero, pues aunque es cierto que nació en Muelas de los Caballeros, allá por la provincia de Zamora, rozando ya tierras lusas (de lo que él hace alarde en cada ocasión propicia para ello); un día descubrió el color y aroma intensos de la rosa mediterránea y ya no pudo hacer otra cosa que sucumbir a su encanto, y hasta hoy. Así que entre las tierras frías de Castilla-León y las templadas huertas valencianas se forjó el poeta.

Pero como no solo de poemas para adultos vive el hombre, Mariano ha cultivado casi todos los géneros: tiene poesía infantil en La mirada de Martina; pensamientos y reflexiones en Jirones de vida; prosa, como Animales en el corazón. O incursiones teatrales, como la concisa pero excelente Tragedia de un avaro.

Hoy nos llega otro libro íntimo, el más reciente de sus hijos literarios: Al dictado del ánimo. Pero no me corresponde a mí analizarlo, dada, de una parte, mi incompetencia en el análisis literario y, de otra, la presencia de Elena Romero Sánchez, que sí es una excelente analista del mundo de las letras.

Pero antes de darle paso, me van a permitir la lectura de dos poemas de este libro, a modo de introito para el resto del acto.

La alforja

 

Éramos jóvenes aún

y los misterios de la vida

no nos habían sido

del todo desvelados.

 

La rutina caía

sin excesiva gravedad

sobre nuestras conciencias

y quedaban espacios

para la ensoñación,

el beso, la ternura…

 

Y reíamos juntos

porque al rosal de nuestros días

no le había brotado ningún pétalo

con los labios resquebrajados.

 

Tú eras la flor interminable

y esplendorosa,

sobre la cual

no se había posado nunca

el lacerante peso del dolor

ni la sombra implacable de la angustia.

 

Pero es verdad que entonces

éramos jóvenes desenfadados

y, como tales,

gozábamos abiertamente

de un amor sin trastienda

ni rozaduras.

 

La memoria está intacta

y mis carnes, abiertas y dolidas,

se estremecen aún con el recuerdo.

 

Con esta alforja te amo en el presente.

Y con las gotas

que quedan de mi sangre.

 

Evocación

 

Te veo y

los ojos se me salen.

Te miro y se me escapa el corazón.

 

Qué alegría más frágil

percibir nuevamente en el espejo

esta dulzura vieja.

 

Qué encogido me siento

ante al flujo de sangre

que vuelve entre recuerdos del amor.

 

¡Oh, néctares gozosos, sueños,

almíbares de frutos renacidos!

¡Dioses y diosas de la piel

y de la miel! ¡Miradme!

 

¡Qué lejos

estoy

de mi primer abrazo!

 

¡Qué lejos

estoy

de mis primeros besos!

 

¡Y qué lejos estoy, qué lejos…

de florecer de nuevo en primavera!

 

Y ahora sí, para fortuna de todos, doy paso a ELENA ROMERO SÁNCHEZ, arquitecta, profesora, escritora y crítica literaria. Y todo ello a pesar de su incontestable y fehaciente juventud. Por favor, Elena…

La Vila Joiosa, 25-04-2024

 

 

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