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sábado, 19 de junio de 2010

La siega de la yerba. ¡Felicidades a todos los Isidros!

Foto tomada de internet sin ánimo de lucro
 
Este poema lo recitó la actriz Charo Soriano en Benidorm, hace 25 años. Y lo hizo muy bien, por cierto. Celebrábamos uno de los muchos homenajes que le hicimos a nuestro amigo el actor Paco Llorca.

¡Felicidades a todos los Isidros, aunque no hayan sido nunca labradores!
 
En el salón de actos de la antigua CAM, calle Alameda, Benidorm
 


La siega de la yerba

Lucía una cornamenta
torcida, pitón-serrada,
que le iba dando en el muslo
por el camino del alba.

Llevaba dentro dos piedras:
la dulce y la esmerilada.
Al hombro el filo curvado
de la guadaña.

En una mano el botijo
y la fardela a la espalda,
con la figura del hambre
y el surtidor de la parra.
En la cabeza los piensos,
el aguardiente en el alma...

Voy a los prados, morena,
voy a las yerbas, salada.
Voy a beberme el rocío
de la alborada.

La yerba se hace baraño
con el sudor de la cara.
Un sol antiguo, muy duro,
trae una fuerza muy plana.
Afila, siega y afila,
vuelve a afilar y... ¡descansa!
¡Que alivio un trago de vino
en el final de la escarcha!

Voy a las yerbas, morena,
voy a los prados, salada,
Voy a bañarme en el río
de la solana.

Un arroyuelo de mimbres
discurre por la hondonada.
La sombra viene del cielo
para beber junto al agua.

- Provecho para el que siega.
- Salud para el que esparrama.

La tarde mira hacia el pueblo
con una sombra cansada.
La yerba duerme de un lado,
del otro duerme la cama.

Del libro Trozos de cazuela compartida (1991)
 
Mariano Estrada http://www.mestrada.net/ Paisajes Literarios

5 comentarios:

  1. ¡Hola, Mariano, te quedó redondo el poema a la siega. Ya no se ve segar los campos con guadaña: instrumento de labranza más que peligroso. No fue el primero que se cargó una bota, o más que eso, por usarla sin pericia. Cuando niña me sobrecogía ese filo curvo y feroz en manos de mi tío. Su imágen me evocaba la bruja de los cuentos y la sombra de la muerte.
    ¡Qué carreras echábamos cuando le veíamos llegar por el camino!... Ni a cuernos ni guadañas pude nunca acostumbrarme.
    Un abrazo. Ascensión.

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  2. Hola, Ascensión:
    Sí, tenía su punto de peligro, pero normalmente no pasaba nada.La guadaña tenía un filo tremendo que había que mantener cuidadosamente "aguzado". Para ello se "picaba" a martillo sobre una bigornia (pequeño yunque) y luego se iba afilando con una piedra de esmeril. Para segar bien hay que sentar de atrás la hoja.
    Yo tuve la suerte de aprender a segar a una edad temprana. Luego no se olvida jamás. Tuve buenos maestros: mi padre y mi hermano mayor. A mi hermano le pedían muchos que les afilara las guadañas, porque lo hacía realmente bien.
    Comprendo que te diera un poco de miedo. Además, a la muerte la hemos representado siempre con una guadaña...
    Gracias por el comentario.
    Un abrazo

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  3. Es bonito viajar a esos campos y ver a esos hombres con esas herramientas, a mí, personalmente, me encanta, no tengo ni idea de usar ese instrumento, me parece harto difícil y más que duro, pero ¿qué trabajo, de los tiempos de la guadaña no lo era? (difícil y duro a partes iguales), me ha gustado el olor de la hierba, el murmullo del río, el calor de la mañana cuando el sol se va elevando, estos poemas son trozos de vida que nos traes al cotidiano gris. Muchas gracias por estos regalos.

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  4. Es verdad, Anónimo, son trozos de vida, pero pasada. Vida que no sólo no volverá, sino que dentro de poco será hasta difícil de comprender.
    No obstante, todavía hay lugares donde se sigue utilizando la guadaña...Habrá que organizar excursiones para verla.
    Guadañas, hoces, arados, bieldos, cerandas, tornaderas, palas, heminas, manales, zachos, traíllas...Piezas ya de museo.
    Un abrazo

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  5. En alguna ocasión me han preguntado por el significado de la palabra BARAÑO. Pues bien, segun el diccionario de la RAE, en las provincias de León, Salalamanca y Zamamora, es una "Fila de heno recién guadañado y tendido en tierra".

    Según el diccionario sanabrés, es un "Cordón de hierba que va dejando el segador".

    En muchos pueblos de Sanabria-La Carballeda, en lugar de "Baraño", se utiliza más la palabra "marallo", cuyo significado es el mismo.

    El autor del poema, en el momento de escribirlo, utilizó la palabra "BARAÑO" por una sola razón: le pareció más poética.

    Pero no sé si importa demasiado, dado que ya son muy pocos los que conocen alguna de estas dos palabras.

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