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Paisaje de robles en otoño. Sanabria-La Carballeda, Zamora. Foto JMPiña
Un poema del libro Hojas lentas de otoño (1997), escrito a la muerte de mi madre, María Vázquez. Hoy es el 26º aniversario de su muerte.
Presencias de roble
Esas hojas de roble,
que alzaron en la luz
sus cascabillos de ternura,
alumbran los entornos del dolor
Ahí, en ese extenso árbol
-ola perpetua del paisaje-,
descansa una verdad
de identidad y tiempo.
En él están las lenguas
espesas de la lumbre, el tálamo
del sueño y del amor,
el envigado de la casa...
Ahí está el cortezo de la miel,
la empuñadura del arado...
Y ahora,
circundando la pena,
tras la helada textura del granito,
¿quién le niega el derecho
sagrado de incoar
un expediente de ceniza?
Mariano Estrada Vázquez
Mariano: un recordatorio muy sentido que acompaño con este abrazo argentino. Victoria
ResponderEliminarGracias, Victoria. Recibo el abrazo con gusto y yo te mando un beso mediterráneo.
EliminarA veces un poema se engancha en tus fibras más íntimas revolviendo tu interior.
ResponderEliminarNostalgia bendecida por lo amado. Saludos, Mariano.
"Nostalgia bendecida por lo amado". Gracias, Ana Mª Ferrin, por este precioso comentario. Me alegra de verdad que el poema haya revuelto tu interior. Un fuerte abrazo
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