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martes, 16 de noviembre de 2010

Al amor por el mar

El Charco, Villajoyosa. Foto Mariano Estrada

Al amor por el mar
El Charco, Villajoyosa

Consciente de ser hombre,
he mirado el azul
catártico del mar
y en las paredes palpitantes
de la respiración -en las que el aire
penetra y se transforma-,
he sentido la vida.

Un golpe medular,
un pinchazo constante,
un prolongado impulso
del corazón, un sostenido
agitamiento de las emociones.

Apostado en el filo
vertiginoso del acantilado,
donde el agua es un toro
de espuma enfurecida,
me sentí golpeado
por una inmensa ola
de sal y de recuerdos.

Fui a buscarte, tomé
tu cara entre mis manos,
besé tu frente con urgencia, casi
con desesperación, como si fuera
el íntimo desgarro de una
insoportable despedida.

Pero era simplemente
una erupción de amor, un río
de fiebre emocionada,
un empujón de fuego y desmesura.

Y en ese instante supe
que amar es darse a alguien
que se funda contigo
en el misterio y la belleza.
Para abrazarle el cuerpo
con el cuerpo, el dolor
con el dolor, el alma con el alma.

¿Por qué he tardado tanto
en percibir lo obvio?

Lloraste, al fin, con lágrimas
indómitas, que, en realidad,
eran pactos de lluvia con la tierra.

Del libro Gotas de hielo (2011)

Mariano Estrada http://www.mestrada.net/ Paisajes Literarios

2 comentarios:

  1. Que bonito y sentido. Nada más cerca de mi realidad. Gracias Mariano. Un abrazo de Nieves la enamorada del Charco!

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  2. Hola, Nieves: no sabes cómo me alegra esa coincidencia. Uno nunca olvida los lugares en los que ha sido feliz. Al contrario, los tiene siempre presentes en el recuerdo. Sé que el Charco es para ti un lugar especial. Y creo que lo será siempre. Un abrazo. Mariano

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