Año 2020 y Covid-19

 

Foto tomada de internet sin ánimo de lucro

 

Año 2020 y Covid-19

El 2020 pasará a la historia como el año al que todo el mundo manda a la mierda y se queda tan ancho. Ni siquiera los peores años de la crisis del 2008 fueron tratados tan mal. Pero yo me pregunto lo siguiente: ¿Se puede culpar seriamente al tiempo? Los humanos siempre necesitamos a alguien para descargar nuestra ira, pero ya dijeron los de Gabinete Caligari que la culpa fue del chachachá…

O sea que no le demos más vueltas, aunque solo sea por el hecho de que el tiempo ni siente ni padece. Y si lo hiciera se estaría riendo a carcajadas de nosotros y de nuestra estupidez humana, que es realmente notable. No miremos a nadie para echarle la culpa de lo que nos está pasando, porque los únicos culpables somos nosotros, los que ahora queremos escurrir el bulto, los que hasta hace unos meses creíamos que todo el monte era orégano…

Pues bien, ya hemos visto que no, que ahora hay una parte del monte que se llama coronavirus. Y es a este al que, si somos capaces, debemos enviar a la mierda, aunque está claro que la mierda es un búmeran que está llenando los hospitales de contagiados y los cementerios de muertos.

Cuando decimos que le den al 2020, lo que estamos diciendo en realidad es que nosotros, los engreídos humanos que vivimos en este año, nos merecemos una buena patada en el culo, una patada que nos haga recapacitar y nos vuelva a situar en los tiempos en que éramos merecedores de ser llamados humanos sin añadir a esta palabra adjetivos de estupidez y de prepotencia. Al tiempo, que es una magnitud física, no se le puede culpar de nuestras tribulaciones, porque, al hacerlo, lo que hacemos en realidad es proclamar públicamente nuestra ignorancia.

Lo que sí podemos hacer, y yo voy a hacerlo ahora, es desear que en el año 2021 las cosas nos vayan mejor que en el 2020, ya que en el 2020 nos hay ido muy mal. Mi deseo es que, a lo largo del año nuevo, el Covid-19 haya sido domesticado y finalmente vencido. Yo apelo a la ciencia, por supuesto, pero también a la recapacitación de todos nosotros, los humanos, que es la que nos debe de llevar a la implicación y a la responsabilidad.

Mariano Estrada, 31-12-2020