Antonia Estrada en El Charco, Villajoyosa
Antonia Estrada, misionera
Una vida dedicada a los demás
Una vida dedicada a los demás
Si
hay una persona en el mundo por la que siento admiración es mi hermana
Antonia, que, durante 60 años, ha ido dejando jirones de su vida en
lugares tan distintos como estos: en la selva de Kamarata, Venezuela,
donde llegó con 22 años y extrajo algunas flechas a los nativos. En el
Zaire, donde estuvo 25 años y fundó una misión modélica que,
desgraciadamente, pasó por momentos delicados debido al enfrentamiento
salvaje entre los Hutus, los Tutsis y Mobuto Sese Seco. Y, finalmente,
en Kiev, donde lleva 25 años más y ha fundado “La casa de los niños”. De
Kiev tuvo que ser evacuada junto a sus compañeras María Jesús Cerro y
María Mayo, como consecuencia de la invasión rusa. Una gran parte de los
niños de su colegio fueron acogidos por familias españolas que ya los venían acogiendo en verano. Antonia y sus compañeras han intentado volver,
pero los proyectiles de Putin se lo han impedido. Ahora están a la
espera, ayudando desde España en lo que pueden. Una de ellas, María Mayo, está haciendo la espera en Camerún.
La
foto que dejo aquí fue tomada en una de las visitas que solía hacernos
todos los años. En Ucrania eran tiempos de prosperidad y, en términos
generales, eran tiempos mejores en todo el mundo.
Mariano Estrada
Que podrán pensar estas personas tan generosas, y conque impotencia, que han dedicado su vida a los demás, al contemplar que en el 2023, los seres humanos se siguen matando entre ellos, por conquistar un minúsculo trocito, de este casi insignificante planeta azul, como decía Carl Sagan.
ResponderEliminarPues contemplan el mundo con impotencia y sufrimiento. Pero siguen ofreciéndose a los demás, más allá incluso de los que físicamente pueden. Antonia tiene 82 años, tiene problemas de salud, pero está deseando volver a Kiev, con sus niños, porque allí se siente útil. Un abrazo
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