Playa del Paraiso, Villajoyosa, antes de la construcción de La Vila Paradís
Playa del paraíso, Villajoyosa
Un referente de los veranos en familia
Un referente de los veranos en familia
Cuando
yo vivía en el edificio Nuria (1973) o en la torre Colón (1974), no
tenía ojos para otra playa que no fuera la del centro, que en aquellos
tiempos era de cantos rodados. A veces hacía incursiones esporádicas en
la playa de los Estudiantes, donde vivía aquel “filósofo” anacoreta
llamado Clemente, que muchos recordaréis. A mí me lo presentó Pepa López
y estuvimos alguna vez en su casa, escuchando sus prédicas. Recuerdo
que tenía un cartelito clavado en un árbol que decía: Piss here.
Al otro lado del camino, ya dentro de la playa, había construido una
especie de iglú a base de piedras, palos y ramas. Un personaje extraño,
pero interesante.
Luego
nos fuimos a la calle General Mola, hoy Constitución, pero la playa
siguió siendo la misma. Era el año 1975. Y digo nos fuimos porque para
entonces ya nos habíamos casado y éramos dos, ella se llamaba Rosa, como
sabéis. Aún se llama así. Ahí vivimos durante siete años,
aproximadamente. En la playa seguían los cantos rodados, lo cual no era
óbice para que algunos jugáramos al fútbol sobre los mismos, cosa que
hacíamos con entusiasmo e incluso con cierto desafuero. La costumbre
diaria nos había curtido las plantas de los pies. Recuerdo haber jugado
un tiempo con José Miguel Lloret, que era un buen futbolista. Y con
otros amigos, naturalmente, con los que luego hicimos un equipo
patrocinado por el Miami. Un año quedamos campeones de la liga de bares.
Juanito aún conserva la foto. En esa playa conocí a mucha gente
interesante y digna de los mejores recuerdos.
En
el año 1982 nos trasladamos a la calle Ferrocarril. Y ese fue el
momento en el que empezaron las infidelidades playeras, si así puede
decirse, ya que la playa del Paraíso nos venía muy a mano. De esta
playa, en la que siempre había cómodas holguras, también tengo muy
buenos recuerdos, fundamentalmente relacionados con la familia. Aquí
jugué mucho con mis hijos.
Cuando
hice estas fotos era invierno y en la playa no se veía ni un alma. Ni
en pena ni en bañador. Como puede verse en las fotos, ya habían
derribado la Residencia de verano del BBVA, pero aún no habían empezado
las edificaciones de “La Vila Paradís”, ahora en construcción, aunque
parcialmente terminadas. Hay cosas que ya no veremos nunca y otras que,
de ahora en adelante, veremos muy a menudo. El mundo es proteico. La
energía se transforma. El mar es agua y es música. La playa nos espera
todos los días con las olas abiertas.
Mariano Estrada, del libro La magia de lo auténtico: una visión lírica de Villajoyosa (2017)
Mariano Estrada, del libro La magia de lo auténtico: una visión lírica de Villajoyosa (2017)
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