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sábado, 18 de marzo de 2023

Playa del paraíso, Villajoyosa

 

Playa del Paraiso, Villajoyosa, antes de la construcción de La Vila Paradís

 

Playa del paraíso, Villajoyosa
Un referente de los veranos en familia
 
Cuando yo vivía en el edificio Nuria (1973) o en la torre Colón (1974), no tenía ojos para otra playa que no fuera la del centro, que en aquellos tiempos era de cantos rodados. A veces hacía incursiones esporádicas en la playa de los Estudiantes, donde vivía aquel “filósofo” anacoreta llamado Clemente, que muchos recordaréis. A mí me lo presentó Pepa López y estuvimos alguna vez en su casa, escuchando sus prédicas. Recuerdo que tenía un cartelito clavado en un árbol que decía: Piss here. Al otro lado del camino, ya dentro de la playa, había construido una especie de iglú a base de piedras, palos y ramas. Un personaje extraño, pero interesante.

Luego nos fuimos a la calle General Mola, hoy Constitución, pero la playa siguió siendo la misma. Era el año 1975. Y digo nos fuimos porque para entonces ya nos habíamos casado y éramos dos, ella se llamaba Rosa, como sabéis. Aún se llama así. Ahí vivimos durante siete años, aproximadamente. En la playa seguían los cantos rodados, lo cual no era óbice para que algunos jugáramos al fútbol sobre los mismos, cosa que hacíamos con entusiasmo e incluso con cierto desafuero. La costumbre diaria nos había curtido las plantas de los pies. Recuerdo haber jugado un tiempo con José Miguel Lloret, que era un buen futbolista. Y con otros amigos, naturalmente, con los que luego hicimos un equipo patrocinado por el Miami. Un año quedamos campeones de la liga de bares. Juanito aún conserva la foto. En esa playa conocí a mucha gente interesante y digna de los mejores recuerdos.

En el año 1982 nos trasladamos a la calle Ferrocarril. Y ese fue el momento en el que empezaron las infidelidades playeras, si así puede decirse, ya que la playa del Paraíso nos venía muy a mano. De esta playa, en la que siempre había cómodas holguras, también tengo muy buenos recuerdos, fundamentalmente relacionados con la familia. Aquí jugué mucho con mis hijos.

Cuando hice estas fotos era invierno y en la playa no se veía ni un alma. Ni en pena ni en bañador. Como puede verse en las fotos, ya habían derribado la Residencia de verano del BBVA, pero aún no habían empezado las edificaciones de “La Vila Paradís”, ahora en construcción, aunque parcialmente terminadas. Hay cosas que ya no veremos nunca y otras que, de ahora en adelante, veremos muy a menudo. El mundo es proteico. La energía se transforma. El mar es agua y es música. La playa nos espera todos los días con las olas abiertas.

Mariano Estrada, del libro La magia de lo auténtico: una visión lírica de Villajoyosa (2017)

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