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jueves, 19 de diciembre de 2024

Feliz Nochebuena

 

Chimenea situada en la casa de Ramiro Gómez, Muelas de los Caballeros.
Foto F. Medrano

Con este poema, que tiene tantos años, os quiero desear una Nochebuena feliz. Con una luna clara que ilumine todos los momentos de vuestra vida. Y con un fuerte abrazo

LUNA DE NOCHEBUENA

Por el hueco estrecho
de la chimenea,
se coló la luna
de la Nochebuena.

Esparció sus rayos
por la casa entera,
pero nadie había
que pudiera verla.

Recaló en los cuartos,
traspasó las puertas;
pero no vio nada,
nada, sino pena.

Polvo en los escaños,
polvo en la alacena,
polvo en la tarima
del hogar sin leña.

Y la luna triste
de la Nochebuena
preguntó a las cosas
la razón cuál era.

Pero ¡ay! las cosas,
tan calladas ellas,
se quedaron mudas
tras su polvoriencia.

En la luz difusa
de la aurora, mientras,
se perdió la luna
de la Nochebuena.

Y quedó en la casa
su constante piedra;
fría, como siempre;
sola, pero bella.

Mariano Estrada
Del libro Tierra conmovida (1987)

viernes, 8 de noviembre de 2024

Mementos

 

María Vázquez, mi madre


Hoy es el 30º aniversario de la muerte de mi madre.
Un amoroso recuerdo para ella. Y también para mi padre y mi hermano.

El poema capta el momento en el que el féretro salía de la Iglesia para dirigirse al cementerio. El suelo del exterior estaba cubierto de hojas secas de otoño que se habían desprendido de los nogales. Las campanas sonaban a dolor y a muerte.


Mementos

Los altos cirios, las coronas
nimbadas de los ángeles,
las músicas de Bach y Palestrina,
los trémulos sollozos, la oración,
el negro catafalco...

martes, 5 de noviembre de 2024

Naturaleza

 

Tomada de internet sin ánimo de lucro

 

NATURALEZA

¿Por dónde he de cruzar
este arenal de sombras, este
duro carámbano de lirios?

¿Y cómo alcanzaré la plenitud
para vaciar los odres
penosos de las malvas?

No sé..., la casa es un dolor
de soledad y piedra.
Azota el vendaval, las hojas
caen, los árboles se inclinan,
el invierno cabalga por los fríos
con sus potros de nieve...

Y yo, ¿qué azote sufro
que huele a oscuridad y a crisantemo?
¿Tendré que recluirme ahora
en esta flor de llanto, en esta
clonación íntima de ruinas?

Mariano Estrada
Del libro Hojas lentas de otoño (Premio Ciudad de Torrevieja 1997)

viernes, 13 de septiembre de 2024

12 cartas a los 12 años de Martina

 

Portada del libro cuya edición y diseño es de Lalo F. Mayo

 

12 cartas a los 12 años de Martina.
El libro que nació con un destino: el regalo

El día siete de septiembre del año 2012, en el Hospital de Villajoyosa, nació una niña llamada Martina que alborotó el gallinero familiar de una forma ostensible y manifiestamente jubilosa, especialmente en la parte concerniente a sus padres, Patricia Estrada y Pablo Climent. Ese mismo día, por la noche, yo escribí una nota en la que daba la noticia del entrañable suceso. Dicha nota, que incluía un pequeño poema de celebración, fue el germen del que surgieron las 12 cartas anunciadas en el título de este libro, una por cada año que iba cumpliendo Martina. Y, al igual que todas ellas, fue publicada en uno de mis blogs que, no por casualidad, se titula El futuro está en las rosas. (Fragmento del Prólogo)

El poema citado

Para un alma de abuelo
que cree en el amor,
como verdad profunda
y humilde de la vida,
Martina es un asomo de esperanza,
una aurora que viene
a iluminar el mundo.
                           Rosa y Mariano. Abuelos.

sábado, 7 de septiembre de 2024

Felicidades, Martina: ¿quién por fin te reconoce? El doce

 

 Martina, en la Avda. del País Valencià, la Vila Joiosa


Felicidades, Martina: ¿quién por fin te reconoce? El doce

¿Por qué digo que el 12 te reconoce, Martina?
-No lo sé, abuelito, ¿lo dijiste al buen tuntún?
-Claro que sí, pero luego he tenido que pensarlo. Verás, el 12 te reconoce y te felicita porque hoy se cumple el ciclo de tu niñez y queda inaugurada tu adolescencia.
-Vaya, ¿eso es como matar dos pájaros de un tiro?

domingo, 1 de septiembre de 2024

Estilo

 

Rosa, 1990
 

Estilo   

El negro le sentaba bien a tu piel, a tu pelo, a tu cara, a la excelsa esbeltez de tu figura. Pero también le iba bien a mis ojos que, subyugados, admiraban ese estilo sencillo y elegante que solo puede ser emulado por los juncos, los flamencos y las libélulas. Yo tengo en el santuario de la memoria algunas de tus más bellas imágenes, tal vez la mejor sea la de un álamo negro agitado por la brisa del mar.

Mariano Estrada
Del libro Rosa entre las rosas (2014)

Nota:
Tanto en la flora como en la fauna hay numerosos elementos que sirven para establecer analogías con la belleza humana.

sábado, 31 de agosto de 2024

Aproximación a lo eterno

 

Rosa y Mariano
 
 

Aproximación a lo eterno

Han quedado en el aire la revolución y las filosofías
porque todo pensamiento se ha volcado hacia ti.

Has borrado la Historia,
donde estaba la semilla de esa flor de uva
cuyo mosto se ha vertido en el quietismo del tiempo.
La realidad es olvido,
negación de lo pasado y futuro.

viernes, 16 de agosto de 2024

El recuerdo

 

Foto de Antoni Arissa (1900-1980)

El recuerdo

Los hombres, aunque provistos de elementales memorias, a veces evocamos el pasado con una intensidad meridiana. Por ejemplo, encontramos a un amigo de la universidad y durante unos instantes rememoramos nuestra antigua, numerosa y azacaneada aventura. Hablamos con irrefrenable emoción y nos reímos con auténtico gozo. Luego solemos decir, casi inevitablemente:
           -Parece que fue ayer, ¿eh?
           -¿Ayer? Parece que fuera ahora mismo.
           -Sí, se diría que aún lo estoy viendo.

jueves, 15 de agosto de 2024

La imagen

 

Tomada de internet sin ánimo de lucro

 Queridos amigos:

Un día leí en un artículo de Félix de Azúa, titulado "Fantasmas sin tumba", que los sistemas de revelado de fotografía digital permiten descubrir detalles que han permanecido ocultos al ojo humano en las fotografías procedentes de los sistemas de revelado tradicionales. Una interesante cuestión que me llevó a buscar esta historia en uno de mis polvorientos cajones.

La imagen

sábado, 10 de agosto de 2024

Calcula lo que te quiero

 

Rosa


Calcula lo que te quiero


Calcula lo que ha llovido
desde aquel beso primero
que, a solas, bajo un manzano,
Adán y Eva se dieron.

miércoles, 31 de julio de 2024

Boda

 

Rosa y Mariano. Entrañable foto de nuestra boda, en el Hotel Cimbel, Benidorm.

 

Boda

El traje te sentaba muy bien. Tenías los ojos resplandecientes y el pelo ligeramente ondulado. Estabas muy morena y caía sobre ti el brillo de la felicidad,  la elegancia de la sencillez y la deslumbrante belleza de la inocencia. Una voz amiga entonó con muy buen timbre el Ave María de Schubert. El mundo era feliz y nosotros ocupábamos el epicentro. No en vano se estaba celebrando nuestra boda. Era el 13 de septiembre de 1975. Dormimos en casa. Al día siguiente salíamos en coche para Barcelona y en barco para Génova.

Del libro Rosa entre las rosas: cuarenta años de amor (2014)

viernes, 26 de julio de 2024

Moros y cristianos 2024, Villajoyosa, Desfile Moro. Compañía Els Pak-kos

Fiestas de Moros y cristianos 2024 en Villajoyosa, Alicante

Desfile Moro, celebrado ayer, 25 de julio. Dejo aquí el vídeo que nos lo envían desde la Compañía Els Pak-kos 

¡¡¡¡Bones festes a tothom!!!!

Mariano Estrada



sábado, 20 de julio de 2024

Tárbena y Miró

 

Tárbena. Foto tomada de internet sin ánimo de lucro

Tárbena y Miró

En la época de este artículo, yo le dije al Alcalde de Tárbena –y también al Concejal de Cultura-, que para paliar la soledad de ese ciprés (ver artículo) que desde hace tantos años vela la entrada del pueblo, podíamos levantar un recuerdo a Gabriel Miró... ¿no os parece? Porque no es que Miró viera doble a consecuencia de una embriaguez paisajística, es que cuando él pasó por allí había dos cipreses de bronce. Y me dijeron que sí, que al Cabildo le parecía una idea excelente, pero que había una pequeña dificultad: “el terreno que habría que ocupar es propiedad privada”. Y yo le dije al botón de mi camisa, digo: vaya, con La Iglesia hemos topado...

martes, 25 de junio de 2024

El camino

 

Mariano Estrada, en el colegio Virgen del Camino, León

 

El camino

Este poema fue escrito en 1977 y, en 1984, quedó incluido en mi primer libro. Pertenece a una época en la que yo me hacía muchas preguntas para las que, sin embargo, tenía pocas respuestas. Por no decir ninguna. En realidad, era un manojo de inseguridades, de ignorancias y de dudas. Solo había un punto luminoso en mi cerebro al que inconscientemente apelaba. Era una llama tenue que no se iba nunca de mi atolondrada cabeza. Algo que tenía la atracción de un imán, pero también la inconsistencia de un sueño aún no definido. Algo que, con el tiempo, iba a ser el leitmotiv de mi vida. ME