Montiboli, Villajoyosa
Una rosa amarilla
Hay bellezas puras y frías.Y hay bellezas vivas y mestizas que algunos tenemos la suerte de tener en el jardín para admirarlas de cerca. La buganvilla es preciosa, el rosal, oloroso; el hibisco, actualmente, presenta una belleza subsidiaria; el ficus está tremendo ya, casi excesivo... Luego está el mar/la mar... A ese respecto, a menudo me dicen que ese árbol gigante me tapa un tanto su vista, pero, ¿cómo prescindir de esta otra vista, la vegetal? El mar es grande, casi abrumador. En cambio las flores son fugaces. Y los árboles... bueno, los árboles son tan reconfortantes... Tened en cuenta que una parte de mí, digamos que las puertas interiores, está hecha de roble. Y de almendro.
Una rosa amarilla
El ácido:
El hombre ha abierto tanto
las fauces, que los lobos
deben ser protegidos de la ferocidad.
La base:
Las noticias del día no me dejan
resquicios en los que depositar
la esperanza y el ánimo.
La sal:
¿Y qué sentido tiene
que ocupéis el espacio de un poema
si tengo que llamaros
por vuestro nombre, y vuestros méritos
se limitan a la depredación?
El agua:
Puesto que sólo hay interés
y el beneficio es bruto,
voy a invertir mi tiempo
en capitales pétalos de rosa.
Corolario:
No, el día es hermoso
y no puedo gastarlo ni gastarme
en la enumeración prolija
de vuestros crímenes.
Es mejor que me ocupe de esa rosa amarilla
que traspasa las bardas del jardín,
porque es elemental y huele
a verdades que se sitúan
más allá de vosotros, más allá
de esta victoria impune
de la banalidad, que nace
estrepitosamente derrotada.
Mariano Estrada, del libro A este lado del Paraíso, incluido en Poemas huérfanos (2016)
y nosotros pasandonos la vida pensando, quien tiene la razón en esta vida, tu, yo o aquel. Cuando verdaderamente es tan fácil el pensar que solamente hay una verdadera razón, y que deberiamos seguir."la universal razón de la naturaleza". pero... un beso. maria-jose.
ResponderEliminarHola, María-José: la naturaleza es nuestra madre y, como tal, debemos amarla, admirarla y respetarla. Sin embargo, también podemos ignorarla, odiarla y maltratarla. Pero sólo hasta cierto punto, porque cuando se enfada no atiende a razones. Y ella se erige entonces en razón, como tú dices. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarHola,estuve aca,y todo como siempre muy hermoso.bello.Un abrazo para ud,que tenga buen dia.
ResponderEliminarHola, Anónimo: estuviste acá, pero no has dicho quién eras. Por lo tanto, te doy las gracias pero no puedo personalizarlas. Un abrazo y buenas noches
ResponderEliminarPues yo también estoy aquí, y estoy allá !
ResponderEliminarGracias Mariano porque con todo lo que te leo, (que es más de lo que comento)... me has dado la fuerza de la naturaleza para crecer, ser y seguir!
Soy apenas un pétalo de rosa amarilla...
Lo más importante es el convencimiento de que estoy haciendo las cosas bien.
Un abrazo gigante!
Que en este abrazo gigante,
ResponderEliminaralzado en barro y en viento,
mi sangre es tanto tu sangre,
como mi aliento tu aliento.
Me alegra ese crecimiento, esa conformación y ese hacer las cosas bien
Ay!
EliminarGracias poeta, así me sentía el 5 de Mayo..
Ahora he cambiado, me siento meditabunda y confusa... No quiero arrepentirme!
El 27 de mayo es clave! Dios!!!
Suerte, Sillercita. Te mando mis mejores deseos. Un abrazo
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