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lunes, 8 de febrero de 2010

La música del mar

Playa de la Caleta

La música del mar
El Montiboli, Villajoyosa

Verano de calor, levante,
alta noche de agosto.
Es la hora del cierre para
las últimas bombillas,
los pensamientos, el ordenador
las puertas de la casa.

Al cerrar la más íntima,
se me pone en los ojos el jardín
con el deseo irrefrenable
-tal vez inoportuno-,
de contemplar la noche.

Salgo, pues, al jardín,
donde me dejo penetrar
por el silencio hondo
de la naturaleza,
que apenas contradicen
-como lejanas melodías-
los monótonos cantos de los grillos.

Conteniendo el aliento,
intento oír las bramas musicales
de esa masa sinfónica,
ese espejo sonoro
que veo desde aquí
bajo una luna pálida y mojada.

Naturalmente,
tengo clara conciencia de que
es la hora del sueño.
Pero el sueño se ha ido de mis ojos,
de pronto estimulados
por un canto hechicero y atrayente
que me anula y me arrastra y me libera.

Y es en ese momento cuando
-con mucha precipitación
y escaso disimulo-,
me encamino hacia el mar
con el explícito deseo
de dejarme mecer por sus ronquidos

Y bien que lo he logrado, tengo
todo el mar para mí. Soy suyo.

Ligero de equipaje,
y sin otra liturgia que una
completa desnudez,
vacío el pensamiento y
me dejo acariciar
por un agua apacible
que, al arrastrarse por la orilla,
me pone en los oídos esta música,
rasgada y venenosa
que, ya al salir el sol,
he traído a la cama.

Riiiiis, raaaaas….., riiiis, raaaaas….

Oyéndola me acuesto y, por primera
vez en los últimos insomnios,
he sentido la vida como celebración
y no como derrota.

Del libro Las orillas del mar (2013)

Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios

8 comentarios:

  1. Aunque estamos a principios de octubre y una lluvia furiosa golpea los cristales de mi ventana, con tu poema he viajado a una noche de agosto tranquila y solitaria, el mar y la noche siempre son un buen bálsamo.

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  2. Es verdad, Marta, y a veces se alían para envolverte y hacerte momentáneamente feliz. Sé que el mar ofrece otros momentos, pero ése es muy bueno.
    Vuelvo a desearte suerte con tu blog.
    Una abraçada

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  3. Hola, Jorge: la música del mar puede ser monótona, pero es completamente relajante. Gracias y un abrazo

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  4. Muy placentero, consigues describir el placer de dejarse llevar por el baile de las olas, por su música y por tú ansia de cariño, contagias tu placer.....

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  5. Hola, Jorge: bienvenido a estos pagos. Espero que te encuentres a gusto en ellos, que te quedes y que los disfrutes.
    En cuanto al poema: pues sí, creo que es bastante sensual, tal como sugieres.
    Gracias y un abrazo

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  6. Que bueno y que agradable, un domingo en la mañana, entrar a tu blog y recrearse con tu poesía y sobre todo dedicada a nuestro amigo (el mar) o nuestra amiga la (mar). Acá en Colombia hay un poeta que discute por el genero del mar. El comenta que femenino. Como sea es de las cosas mas hermosas de nuestro universo.
    Un abrazo que tengas un resto de domingo relajado.

    Diana Lucia L.

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  7. El tema es viejo, Diana Lucía: el poeta Rafael Alberti no supo nunca si el mar había nacido niño o niña. De hecho, cuando hablaba del mar solía hacerlo en los dos géneros a la vez: el mar, la mar...
    Los marineros de verdad son los que lo tienen más claro: siempre se refieren a la mar en femenino.
    Gracias.
    Un abrazo

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