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martes, 8 de marzo de 2011

Tijeras y trasquilón: el esquileo de las ovejas

Esquilado a tijera. Foto de Fernando Medrano


Tijeras y trasquilón: el esquileo de las ovejas


Ya sé que el oficio de esquilador, en general, es muy poco atractivo, y mucho menos para acomodarlo en los altos aposentos de la lírica. Total, se trata de quitarles los pelos a las ovejas. Unos pelos que están enrevesados, sucios, sudados y grasientos, ya que las ovejas no se lavan jamás, salvo después del esquileo, precisamente, por razones sanitarias... O si llueve. Pero si llueve tampoco es que se laven demasiado, porque la lluvia resbala sobre la lana apelmazada y sebosa.
-¿Y para qué se los quitan?
-¿Los pelos? Para que no tengan calor en el verano. ¿O no nos quitamos nosotros la ropa y nos cortamos la melena?
-¿Y no quedan muy chungas las ovejas esquiladas?
-Quedan chunguísimas. Además, como en mayo aún hace fresquito, andan un tanto encogidas por la parte de atrás, por donde se sienten desnudas. Sí, se ponen realmente feúchas, las pobres. Lo que pasa es que son ovejas, no creo que la estética les preocupe demasiado.
-A ellas no, pero a los machos…
-A los machos, ¿qué? A ellos también se la pelan.
-¿Se la pelan?
-Sí, la lana, igual que a las ovejas.
-¿Y qué hacen con la lana pelada?
-La venden.
-Pues a mí me dijo mi madre que la usaban para hacer jerseys y calcetines y guantes y pasamontañas…
-Bueno, sí, pero no toda. La mayor parte la venden.
-También me dijo mi madre que hacían colchones con ella.
-Y es verdad, pero para eso utilizaban la borra y antes que la borra utilizaron la paja. Con paja se hacían colchones y jergones, lo cual era síntoma de mucha pobreza.
-¿Y qué es la borra?
-La borra es lana también, pero de mala calidad.
-¿Y qué es la lana virgen?
-Pues la lana virgen… Oye, ¿tú eres tonto o qué?
-Sí, y en mi casa no hay botijo. Nunca lo ha habido. ¿No ves que soy de asfalto y de ciudad y no sé distinguir un huevo de una castaña? Es más, hasta el otro día no sabía lo que era un cencerro. Yo creía que era una persona despendolada, como le había oído decir a mi madre. Ahora sé que el cencerro es una esquila, pero más grande. Y, bueno, ¿me vas a decir lo que es la lana virgen o qué?
-Pues mira, coges un vellón, tal como sale del esquilado, le quitas las impurezas, lo lavas con queroseno o gasolina, lo secas y ya está.
-¿Y qué es un vellón?
-¿No te lo ha dicho tu madre, tontolhigo? Pues un vellón es una bola que se hace con la lana que se le quita a la oveja. Tantas ovejas, tantos vellones. Lo que se ve por fuera es el corte, las vedijas miran hacia dentro.
-¿La vedijas?
-Sí, las greñas, las guedejas... Oye, ¿pero es que tú no sabes nada de nada?
-De ovejas, no. Sólo las cosas que me decía mi abuelo…
-¿Ah sí? ¿Y qué cosas te decía tu abuelo?
-“Soy pastor de ovejas viejas / no me quieren saltar los caños / Si no me dan de la rosca / no se las guardo más años” ¿Te ha gustado?
-Sí, ¿pero eso qué tiene que ver con el esquileo?
-No sé, mi abuelo decía también que a las ovejas había que defenderlas del lobo, que las ajagaba. Quería decir que las mordía en el cuello, como los vampiros. También decía que en toda familia hay una oveja negra y que “oveja que bala, bocado que pierde”
-¿Tu abuelo era pastor?
-No, cabrero.
-Pero cabrero es pastor.
-Ah, pues tendré que mirar el diccionario de sinónimos.
-Lo que tendrás que mirarte es la chola, bobo, que la tienes descuajaringada. Un cabrero es un pastor de cabras, ¿no te lo dijo tu abuelo?
-No, mi abuelo me dijo que “estaba la cabra cabratis subida a la peña peñatis” y que “vino el lobo lobatis” y tuvieron una conversación que terminaba con la cornamenta y eso, Aleluya. Mi abuelo era un sabio.
-Pues tú eres un borrego marón.
-Borrego es como zoquete, ¿no? ¿pero qué es marón?
-Un marón es un borrego capado, ¿entiendes lo que es capado? Castrado, emasculado ¿Eso no te lo dijo tu abuelo?
-No, mi abuelo me dijo que “no hay animal como el chivo cuando quiere echarse un cohete. La chiva levanta el rabo y va el chivo y se la mete”.
-Vaya una guarrada, no hay duda de que tu abuelo era realmente un cabrero.
-Oye, ¿y las cabras se esquilan?
-No, que yo sepa.
-Pues a lo mejor era pastor de ovejas, porque también le oí decir otra cosa.
-¿Qué cosa, una cochinada como la de antes?
-No, no, porque ésta se la decía a mi abuela y a mi abuela le tenía mucho respeto y la quería mogollón.
-A ver, don Mendo, desembucha.
-Bueno, pues un día oí que le decía: “Tan pronto yo acabe en la era / me arrimo / Me arrimo a buscarte la lana”.
-Pues mira, chaval, no sé si tu abuelo era pastor de ovejas o de cabras o de gamusinos, lo que sí sé es que tenía un instinto certero. Sabía exactamente lo que había que buscar. Seguro que vareaba la lana como nadie. Y seguro que la pesaba a su conveniencia con la romana. ¿Sabes lo que es una romana?
-¿Una mujer de Roma?
-De Roma y de Pernambuco y de la Cochinchina. Una romana es una palanca larga que tiene un platillo y un pilón. Y no me preguntes ahora lo que es un pilón, porque a lo mejor te lo digo.
-No hace falta, lo sé.
-¿Lo sabes? ¿Te lo dijo acaso tu abuelo?
-No, lo miré yo en el diccionario de uso, que eso lo hago muy bien. Un pilón es un recipiente donde se abrevan las vacas y las caballerías…
-Exacto. Allí es donde tu abuelo pesaba la lana. Primero la mojaba, que mojada pesa más. Y luego se la metía a quien podía.
-Ahora no sé lo que dices, me he perdido, pero mi abuelo decía que hay lanas que valen su peso en oro.
-Ya lo creo, muchacho. Tu abuelo era listo como las avispas. Tenía que tener un monumento en el pueblo. Pero ya ves, “unos cardan la lana y otros llevan la fama”. El monumento se lo hicieron al alcalde, que era gállaro…Y no te molestes en buscar esa palabra, que en los diccionarios no viene. Yo la aprendí del maestro, que estaba empeñado en preservar las palabras en peligro, porque eran una riqueza, decía, pero no consiguió que ésta prosperara a pesar de sus apelaciones al patrimonio y a la cultura, unas apelaciones que, por cierto, le costaron un huevo. Pero un huevo de verdad, no una metáfora.
-Gállaro, gállaro… que no se me olvide. El alcalde era gállaro. Le tendré que preguntar a mi madre, seguro que a ella se lo dijo mi abuelo. ¿Y no es lo mismo gállaro que gállara? En el diccionario sí vienen las gállaras del roble… ¿Es gállaro el roble? Mi abuelo decía que había una mujer en el pueblo que era hermafrodita, y que tenía barba. Pero hermafrodita es un nombre canónico. Mamá, ¿el borrego es gállaro? ¿Y el marón? ¿Qué día es bueno para esquilar las ovejas?

Un abrazo



Esquileo


Tijeras y trasquilón.
Cuanto mayor es la oveja,
más abultado el vellón.

Las unas van con esquila,
las otras con esquilón.
¿A quién le toca el borrego?

Lo haremos al alimón.

Tijeras las que yo traigo
para esquilar al marón.

¿Quién las afila?

El herrero,
que sabe de afilador.

La del badajo de hueso
tiene un cencerro tolón.
¿A qué te suena ese ruido?

A hueso sobre latón.

Por donde pasa la lana,
también discurre el calor.
La borra, ¿para qué sirve?

Para atacar un colchón.

Tijeras y trasquilón.
La oveja queda desnuda,
desnuda, como el amor.

Del libro “Trozos de cazuela compartida” (1987)


Esquiladores


Ajustaron la lana.
Trajeron unas tijeras
para cortarla.

Fue en primavera.
Trajeron una romana
y una tijera.

Eran diez hombres.
En el pueblo les llaman
esquiladores.

Esquiladores.
Con la lana que esquilan
pueblan la noche.

¡Ay, si tuvieran
un vellón de esa lana
con la que sueñan!

Del libro “Tierra conmovida” (1987)

Mariano Estrada http://www.mestrada.net/ Paisajes Literarios

3 comentarios:

  1. Quiero hacer una pequeña aclaración: es cierto que la palabra "gállaro" no viene en el diccionario de la RAE ni en los diccionarios de uso reconocidos, pero sí es posible localizarla en internet. A lo mejor los esfuerzos del maestro, o de otros como él, no fueron totalmente baldíos. Me ha alegrado encontrar esa palabra, a la que le otorgan en otros lugares el mismo significado que tenía para aquellos a quienes yo se la escuché en los pueblos de Justel y Quintanilla, de la Carballeza zamorana.
    Los que estén interesados en saberlo, a lo mejor la localizan. Yo, de momento, voy a mantener el suspense. Un abrazo

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  2. Chispeante y divertido el relato.
    Es cierto que se dice "gállaro",o también "gállara", a la agalla del roble, o a la agalla del pez; y "gallarón",como sinónimo de "sisón", al que hurta siempre algo cuando compra por cuenta ajena. También se dice que es "gállara", o "gallaruza" la mujer muy desenvuelta y de ademanes varoniles.
    Lo que también es seguro que gran parte del vocabulario utilizado en el texto, ya en desuso entre los más jóvenes, les debe sonar a chino.
    Un abrazo. Ascensión

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  3. Hola, Ascensión:
    Como el esquileo es un oficio declaradamente árido para la lírica, se trataba de hacerlo divertido. Por otra parte, enseñar aquí su jerga añadía más aridez. Esa es la razón por la que se van explicando las cosas y las palabras a medida que salen en el relato. Si se pone atención, se puede salir airoso de la lactura sin saber nada de ovejas. Los jóvenes no lo entenderán porque no quieren, no porque no puedan. De todos modos, no creo que haya problema ninguno. Pocos van a leerlo, salvo que tengan algún compromiso conmigo, que va a ser que no, o por simple curiosidad. Algunos habrá...
    A los que sí puede que les interese es a los que han tenido algún tipo de contacto con la vida de los pueblos. Y a los borregos, naturalmente.
    Te mandaré por mail la página donde puedes encontrar el significado de gállaro.
    Gracias por tu interesante aportación. Un abrazo

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