Aldaba puerta calle en la casa de Muelas de los Caballeros. Foto M. Estrada
Mi corazón
Mi corazón está atado
al aldabón de la puerta;
paciente como una mula,
callado como una piedra
¿A quién espera?
A nadie.
Tan sólo sueña.
Los fríos no lo entumecen,
los vientos no lo cimbrean.
Está montado en sus años
y no le duelen las piernas.
¿De qué se nutre?
Del aire.
De la más pura inclemencia.
De los templados calores
de la inocencia.
Mi corazón es el sueño
de una verdad de las buenas:
la juventud sin dinero,
la cuna, la adolescencia,
el hombre con la palabra
y no tan sólo la lengua.
Por eso tengo amarrado
mi corazón a la puerta.
Aquí viví con los hombres
una verdad sin caretas.
Mi corazón está atado
al aldabón de la puerta;
paciente como una mula,
callado como una piedra
¿A quién espera?
A nadie.
Tan sólo sueña.
Los fríos no lo entumecen,
los vientos no lo cimbrean.
Está montado en sus años
y no le duelen las piernas.
¿De qué se nutre?
Del aire.
De la más pura inclemencia.
De los templados calores
de la inocencia.
Mi corazón es el sueño
de una verdad de las buenas:
la juventud sin dinero,
la cuna, la adolescencia,
el hombre con la palabra
y no tan sólo la lengua.
Por eso tengo amarrado
mi corazón a la puerta.
Aquí viví con los hombres
una verdad sin caretas.
¿Y qué hay más cierto que el sueño
de una verdad que es eterna?
Del libro Trozos de cazuela
compartida (1991)
Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios
Y ¿qué decir de este poema tan bello? Tan sentido de vivencias?
ResponderEliminarPor eso eres hombre sin caretas por tú niñez, por tus sueños!!!
Abrazos
Hola, Sillercita:
ResponderEliminarSí, yo también creo que somos un poco lo que fuimos de niños.
Gracias por tu opinión sobre el poema.
Un abrazo
Bellísimo Mariano, un abrazo. tienes una forma de escribir tan transparente que se hace imposible no sentir.
ResponderEliminarQuizás hoy me duela más que otros dias.
ResponderEliminarFantástico.
Gracias por el hombre con la palabra, y no tan sólo la lengua....
Hola, Marganuel:
ResponderEliminarTal vez sea porque el poema está escrito con el sentimiento. Gracias y un abrazo
Hola, Bandolera:
ResponderEliminarComo bien sabemos tú y yo, el corazón tiene sus ritmos, sus días, sus zozobras y sus vaivenes. Lo importante es que, al final de sus múltiples ajetreos, florezca en su cara una sonrisa.
Te mando un fuerte abrazo
Poeta, yo siento qué "somos un mucho de lo qué fuimos de niños"... Es más estoy convencida de eso!
ResponderEliminar¿Sabes? ya me lo había cuestionado antes!
Qué estés soñando con el mar y sus ronquidos! y qué te despiertes con muchos abrazos!
Me alegra esa coincidencia, Sillercita., que no será la única.
ResponderEliminarGracias por tus buenos deseos
Un abrazo de media mañana
Un corazón atado a una aldaba es una metáfora muy bella y sintetiza emociones y recuerdos de unos tiempos aún no contaminados por el consumismo ferzoz que ahora nos invade y que nos ha alejado de los bosques de robles. Yo también estoy atado a la aldaba de la naturaleza que me hacía feliz en la infancia y esta "atadura" me ha ayudado a ser más libre después... Un abrazo (Joan Piera)
ResponderEliminarHola, Joan: un corazón atado a una aldaba es un corazón que se agarra a la vida que recuerda y que añora. Esta vida de ahora, tan vertiginosa y epicúrea, tiene peores asideros. Un abrazo
EliminarUna bella muestra de la actividad artística de os herreros de forja, en este caso la aldaba, artesanía y utilidad, objetos de hierro del pasado reciente. Siempre me han agradado: diseño, ingenio, belleza...(Joan Piera)
ResponderEliminarSerá interesante ver esa colección que estás restaurando. A ver si un día tomamos un café y me la enseñas. Será todoun placer. Un abrazo
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