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La crisis como
enfermedad
Primero nos
dejamos llevar por la codicia
Volvamos unos años atrás
Si se acepta el “laissez-faire” de la
economía de mercado –instalado cómodamente en la llamada economía mixta, que es
la que se maneja en la mayoría de los países- habrá que reconocer que el beneficio no sólo
es una conclusión razonable sino también imprescindible, aserto que no vamos a
analizar por no ser ésa la intención de este artículo. Lo que sí cabe decir es
que, en base a esa lógica de perogrullo, o, mejor dicho, con la disculpa de la
misma, se pueden hacer aberraciones de tamaño realmente descomunal. Así ocurre,
por ejemplo, con determinadas empresas
multinacionales que, acumulando parcelas de poder, llegan a poner en entredicho
a los Estados en los que se desenvuelven. Pero nadie se haga cruces; en la práctica, ése es el terreno más lógico
del hoy tan propugnado liberalismo, toda vez que, al margen de sus teóricas
proposiciones, lo ocupan intereses tan humanos como la ambición y la codicia, y
éstos, como queda patente en los anales, no tienen acotados los
límites. (Mariano Estrada, 1996)
Luego nos llegó la Enfermedad
Vayamos al momento de la
diagnosis
Enfermos crónicos
Diagnosis para tiempos excesivos.
Daños de la especulación.
Pudimos elegir
y elegimos la enfermedad.
Ahora estar enfermos
es el sentido último
de nuestra vida.
Y a esta situación,
-de diagnosis tan clara-,
ya no le cabe enmienda ni remedio.
Y, en todo caso, sólo el niño
puede ser rescatado.
Porque el hombre ya tiene,
sellada en la conciencia,
la forma elemental de su destino:
Una estructura plana.
(Mariano Estrada, 2007)
La necesaria Purgación
Mirémonos desde el presente
¿Cómo saldremos de este pozo
negro en el que la codicia nos ha metido? La receta que nos proponen algunos es
la siguiente: que haya más pobres, que las clases medias sean cada día más
bajas, que los ricos sean mucho más ricos. Yo creo, en cambio, que habría que
modificar sustancialmente la propuesta. Por ejemplo: las distancias entre los
sueldos que proceden de la
Administración son escandalosamente obscenas y humillantes,
pudiendo llegar a ser de uno a diez. E incluso
más. ¿Por qué? Eso es
sencillamente ofensivo e injusto. Segundo: en el sector privado, que cada cual
gane lo que buenamente pueda, siempre que lo haga en buena lid, pero que pague
a hacienda en proporción a lo que gana, sin subterfugios, con un sentido real
de la justicia distributiva. En cuanto a los sueldos pantagruélicos o
desorbitados, habría que pegarles un tajo monumental. A tal ofensa, tal
remedio. Que un futbolista o un banquero ganan diez millones de euros al año?
Muy bien, pero que paguen la mitad. Y la mitad son cinco millones, no el resultado
de deducir lo indeducible o de aplicar lo inaplicable. Vamos, lo que Gabriel y
Galán llamaba el “Pi minus erre”. Además, fuera privilegios, fuera prebendas, fuera
mamandurrias, fuera bicocas, fuera comisiones, fuera duplicidades y derroches, fuera
dietas indiscriminadas, fuera subvenciones a discreción, fuera cochazos
oficiales, fuera nombramientos a dedo, fuera corrupciones, fuera familias,
fuera amiguetes….Y, por encima de todo ello, fuera paraísos fiscales.
Por cierto, yo no quiero salir
de este pozo en el que estamos hundidos para ascender a la nube de la que
acabamos de caer. Yo quiero un mundo más sereno, más equilibrado, más sosegado,
más hospitalario, más justo. Yo quiero una vida menos asfixiante, menos
convulsa, menos histérica, menos lujosa, menos apresurada, menos estúpida, menos
egoísta. O lo que es igual: más relajada, más equilibrada, más auténtica, más
razonable, más solidaria, más humilde, más humana…¿Estaríamos dispuestos a
asumirla? (Mariano Estrada, 2012)
Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios
Foto tomada de internet sin ánimo de lucro
Yo sí estoy dispuesto a asumirla. En cuanto a los que ganan diez millones de euros al año, no estoy de acuerdo en que paguen la mitad, debería ser el noventa por ciento, como mínimo.
ResponderEliminar.
ResponderEliminarHola Mariano, como siempre con todo lo que escribes y que nos haces reflexionar! Acá en México en crisis, estamos en momentos críticos para empezar a lograr el cambio ahora con las nuevas elecciones para presidente de la República. Tu último párrafo uff, yo Sí me comprometo también a asumirla.... más lo veo difícil qué empecemos ya este sexenio.... (hablando de México)...
Un abrazo al poeta y escritor inteligente!!!! sí guapo también jeje
Pensante, vigoroso y con salud!!! además con una hermosa familia! (creo qué eres millonario) ¿que más?
Un abrazo de tu fan seguidora mexicana.
Pues ya que estamos, que paguen el 100%, Pepe. Y que vivan de la exaltación del ego, jaja. Un abrazo
ResponderEliminarEstá difícil en México y está difícil aquí, Sillercita. La globalización se extiende por el mundo con sus tentáculos para ir ganando poder y dinero e ir sembrando injusticias.
ResponderEliminarGracias por tus halagos, se ve que son cariñosos.
Un abrazo
Ah sí, cariñosos y muy respetuosos!!!
EliminarMariano, el mejor regalo para tu cumpleaños es mi deseo de que se cumplan tus quereres tan sabiamente expuestos en tu relato.
ResponderEliminarYo quiero un mundo más sereno, más equilibrado, más sosegado, más hospitalario, más justo. Yo quiero una vida menos asfixiante, menos convulsa, menos histérica, menos lujosa, menos apresurada, menos estúpida, menos egoísta. O lo que es igual: más relajada, más equilibrada, más auténtica, más razonable, más solidaria, más humilde, más humana…
Asumir este reto es cuestión muy personal vista desde la posición social. Los que asumimos dolor de los desechados, sentimos la impotencia asfixiante de su pobreza, y a veces sentimos la estupidez de lo imposible.
Te mando un ramillete de rosas. Que perfumen tu existir hasta los 99…cuida también las espinas para que se claven con amor. Besos. Antonia
Pues si Antonia, tan sabia ella, sabe de tu cumpleaños, yo no quiero ser menos y enviarte mi mejor deseo de paz con estos versos que -¡seguro!- conoces muy bien.
ResponderEliminarHe cometido el peor de los pecados que un hombre ha podido cometer: No he sido feliz...
Mis padres me engendraron para el juego hermoso y arriesgado de la vida...
Aplícate el cuento, amigo.
Jorge Luis y yo te deseamos, como Antonia, toda la felicidad que puedas alcanzar.
Desde Carinus con amor
Gracias, Antonia, por la felicitación y por el ramillete de rosas.
ResponderEliminar¿De verdad quieres que llegue a los 99 años? Bueno, si es con salud y no se me va la bola... Dicho de otro modo, si puedo jugar al fútbol y escribir poemas eróticos... jaja. Un beso
Hola, Carinus mañus: gracias por tus deseos de paz y por recordarme ese poema de Borges, que además es profundamente borgeano. Tengo que decirte, no obstante, que "no está a mi lado la sombra de haber sido un desdichado",sino que la vida me ha deparado un poco de todo, tal vez una de cal y otra de arena. Si siempre fuéramos felices, ¿cómo entenderíamos la deschicha? O al recés, si siempre fuéramos desdichados, ¿cómo entenderíamos la felicidad? A mí me parece que el hombre no nace para ser feliz, sino para estar a lo que venga y afrontarlo con la mejor disposición.
ResponderEliminarGracias, Carinus amicus mañus zaragozanus, por tus deseos de felicidad. Te puedo decir que alguna sí he tenido... Un abrazo