Foto tomada de internet sin ánimo de luccro
Tus tacones
En la vigilia y el sueño
he perseguido las huellas de tus ligeros tacones.
Firmes, cautos, graves, presurosos…
Por calles anchas y angostas,
por lugares conocidos o remotos,
por la vía muerta de un atajo en desuso,
en un templo, una estación, un bosque,
Próximos, lejanos,
siempre divergentes de mi ignorado destino,
en tardes perfumadas, en madrugadas desiertas,
en inviernos, en otoños,
más allá de la lógica
que el hombre les concede a los calendarios…
Como un perro de caza,
cuya lengua se ha cerrado a las quejas y a los ladridos,
he sido fiel a un aroma que, profusamente,
quedaba como un sello confirmando la vida.
Pero tú…
¿Qué es lo que ha sido de ti?
Un día, si otra pretensión que desgastarme en tus pasos,
tropecé con tus ligeros tacones.
Sostenían la amargura de unos zapatos vacíos
que andaban por el mundo sin referencia.
Del libro Azumbres de la noche (1993)
Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios
que bello poema sobre los tacones.me imagino caminando por un bosque con tacones.no se si podría,pero me animaría.
ResponderEliminarSí se puede, Marisol, las mujeres teneis habilidades insospechadas,.. Un abrazo
ResponderEliminarAy, no se me publicó...
ResponderEliminarPrecioso!
ResponderEliminarDeseo que nunca te tropieces con unos " zapatos de tacón" vacíos y amargados!... Ni en sueÑos poeta!
Muchos abrazos!
Gracias, Ángela: espero no encontrarme con unos zapatos vacíos que anden por el mundo sin referencia. Y espero especialmente que sus tacones no me pisen.
ResponderEliminarUn puñado de abrazos