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domingo, 13 de mayo de 2012

Oíd el mar



El Charco, Villajoyosa. Foto M Estrada


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Oíd el mar

Llorad, oh huérfanos, la lluvia
de besos desprendidos,
mas no agitéis en márfegas inquietas
-o antros de antiguo vasallaje-
el duro pedernal de un lirio roto
o el frío de una flor
                          que se desangra en vida.

Oíd el mar
y que él os interponga
                          un atolón de espumas.
Que un viento de dolores os tripule
                          y al fin os adormezca.
Que un sueño de serpientes os entregue al miedo.

Temblad, desesperaos,
lamed la soledad y humedeced la sombra.
Mas no agotéis la noche en paladares híspidos
o lenguas de cirrosis con olor a esparto.

Oíd el mar, oídlo…
Y que él os lleve al bálsamo del alba.

Del libro “Desde la flor del almendro”

Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios

2 comentarios:

  1. Al amor por el mar
    El Charco, Villajoyosa

    Consciente de ser hombre,
    he mirado el azul
    catártico del mar
    y en las paredes palpitantes
    de la respiración, -en las que el aire
    penetra y se transforma-
    he sentido la vida.

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  2. Mirar el mar desde el sereno
    balcón de la inocencia
    es un acto gozoso.
    Soñar con él en las sinuosas
    evanescencias del verano
    es gozarlo dos veces.

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