Montiboli, Villajoyosa. Foto M. Estrada
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Súplica
No
mires al lugar en que vertimos la sangre
si, al
mirarlo,
tu
corazón no se encoge.
No
profanes el templo del amor
que
guarda bajo llave
los
temblores hondos de la más tierna caricia.
No
remuevas la tierra enamorada
si tu alma
no estalla en su memoria.
No
pises la desnuda sacralidad
de tan
profundo recuerdo…
¿O no
recuerdas la miel,
el
brote lírico,
el
éxtasis gozoso de las flores íntimas?
No, no
mires.
No
cruces esa raya
que es
el linde del sueño y del descrédito.
No traspases
el círculo del aire
que
huele a polen y a estrella.
No
hables
¡Calla!
No
arriesgues esa gárrula indolencia
para
tildar de inanidad
lo que
en tu alma es olvido.
Del
libro “Azumbres de la noche” (1993)
Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios
ENORME ! ! !
ResponderEliminarHERMOSO POEMA , MUESTRAS TODA UNA VIDA DEL SER QUE ALGUNA VEZ TUVO EL AMOR EN SU CORAZON .
SOLO SE MUERE LO QUE SE OLVIDA .
UN ABRAZO
JUAN
Es verdad, Juan, solo se muere lo que se olvida.
ResponderEliminarGracias por tus generosas palabras.
Un abrazo
Me enchinó este poema.
ResponderEliminarNo hablo
¡Callo!
Un abrazoso!
Mariano:
ResponderEliminarComo siempre, recibo con enorme beneplácito tus envíos a mi correo y debo decirte además, que cuando hay intervalos algo prolongados entre uno y otro, la espera se me vuelve ansiosa.
Demás es decirte que leo con mucha fruición los escritos producto de tu numen- pareciera que inagotable- y si no hago devoluciones frecuentes a ellos por este medio,es por no resultar densa e insistente en mis elogios.Pero quiero que sepas que tácitamente siempre están y soy depositaria a la vez de elogios concretos hacia tu persona a través de contactos personales que también aprecian muchísimo la valía de tu inspiración poética y me las reclaman a menudo.
Pero como cada tanto al menos, el destinatario final debe saber qué es lo que resulta de sus productos literarios, no puedo pasar este momento
sin hacértelo saber y en nombre mío y de muchos desconocidos para tí, van estas felicitaciones y mi siempre presente agradecimiento por tenerme en cuenta a la hora de dar vuelo a esas letras que tan bien sabes colocar.
Un abrazo enorme desde este lado del Atlántico.
Victoria
Gracias, Sillercita:
ResponderEliminarEl verbo enchinar será un prado común entre nosotros. Pero con muchas hierbas. Jaja.
Un fuerte abrazo
¿Y qué te digo yo ahora? Declaras que no escribes con más frecuencia para evitar los elogios continuados y tal vez repetidos, pero ahora me los has mandado todos de un tirón y yo no sé qué decirte.
ResponderEliminarEl agradecimiento está sobreentendido, pero quiero sacarlo a la luz y expresarlo públicamente. Gracias por esta generosidad con que me obsequias. Y gracias también a tus amigos, que te piden mis poemas como si fueran canciones en un programa de radio...
Ya sabes que las alegrías que da la poesía a quienes la escribimos hay que buscarlas en la intimidad, en los momentos de la creación. No obstante, hay alegrías que llegan desde el exterior, y a veces, como ahora, desde tan lejos como Argentina, país donde hay tantas y tantas bellezas
Te mando un fuerte abrazo y te animo a intervenir más a menudo en este blog, no para elogiar mis escritos, sino para dejar tus enjundiosos comentarios y algún PPS de tarde en tarde.